ELECCIONES 28M | RESACA ELECTORAL

Ciudadanos, el suflé que se desinfla en Córdoba

El partido que renuncia a presentarse a las generales nació en Córdoba en el año 2013

El mejor momento de Cs en Córdoba con la conquista del 5º diputado en las municipales del 2019.

El mejor momento de Cs en Córdoba con la conquista del 5º diputado en las municipales del 2019. / CHENCHO MARTINEZ

Irina Marzo

Irina Marzo

Ciudadanos es un suflé que se desinfla. En Córdoba, el partido liberal que renunció ayer a concurrir a las elecciones generales del 23 de julio tras la debacle del 28M, salió del horno en mayo del 2013 cuando el empresario José Luis Vilches decidió montar la franquicia naranja en Córdoba. «Fui el importador de la marca», recuerda desde su retiro en Marbella el primer candidato a la Alcaldía de la capital y portavoz institucional de Cs en 2015. 

En una comida, el entonces líder Albert Rivera le pidió ayuda y Vilches tiró de agenda y llamó «a media Córdoba». Dice que no le hacían caso porque entonces el partido «no era caballo ganador», aunque lo malo vino después cuando Cs se convirtió en una agencia de contratación, que es lo que ha sido».  

El montaje de Cs fue «laborioso y costoso», casi a golpe de voluntariado, porque al principio no contaban con «ningún recurso», recuerda Vilches, y él mismo puso parte de su patrimonio en una criatura que abandonó seis años después de ayudarla a nacer.

Los primeros tiempos

En los primeros tiempos se acercaron a la sede gente como Isabel Albás (exparlamentaria andaluza, exconcejal y hoy candidata por el PP), David Dorado (exportavoz de Cs y hoy fuera del partido) o Manuel Torrejimeno, que fue secretario de Organización. En un viaje de apenas 10 años fueron de la nada a la cúspide, en mayo del 2019, cuando en las municipales obtuvieron 22.000 votos y cinco concejales en Córdoba (34.000 en la provincia), que han sido llave de gobierno. Estaban en plena subida del suflé, después de que el hoy imbatible Juanma Moreno lograra atar su primer gobierno con los naranjas de socios en el Parlamento andaluz tras las elecciones de diciembre del 2018. «Cs era un tsunami que lo arrastraba todo y le gustaba a todos, y ahora es todo lo contrario, una ola que resta», reflexiona Torrejimeno con pena por «la oportunidad perdida» de que exista un partido bisagra del bipartidismo. 

Abandono del barco

Una gráfica imagen de que el postre empezaba a bajar fue el abandono del barco, en noviembre del 2019, del que fue, no ya su capitán, sino el mismísimo arquitecto naval del partido. Lo que vino después es una historia de sobra conocida que no remontó pese a la refundación de la marca que trató de impulsar Inés Arrimadas en 2022. Aquel año, en Andalucía Cs había sido borrado del Parlamento andaluz, tras haberse desangrado en un proceso de primarias fratricida.  

El candidato de Cs en Córdoba, Jesús Lupiáñez, comparece tras conocer los resultados, que le dejan sin representación en el Ayuntamiento.

El candidato de Cs en Córdoba, Jesús Lupiáñez, comparece tras conocer los resultados, que le dejan sin representación en el Ayuntamiento. / NATALIA ROMÁN

En Córdoba, en septiembre de aquel año, tuvieron que abandonar la imponente sede de Llanos del Pretorio, que ya no podían pagar y desde entonces Cs ha sido una formación errante que ha tenido la gallardía de presentar una candidatura a las municipales con un meritorio alcaldable, Jesús Lupiáñez, o incluso de ganar dos concejales en Lucena

A nivel nacional, Cs ha decidido no disolverse y se ha dado un margen para iniciar un proceso «de rearme orgánico e intelectual». En Córdoba, las trabajadoras del grupo municipal recogen estos días los restos del suflé esparcidos entre los archivadores.