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El candidato de Hacemos Córdoba descarta la tasa turística "ahora mismo"

Juan Hidalgo pasea por la Corredera junto a miembros de su candidatura.

Juan Hidalgo pasea por la Corredera junto a miembros de su candidatura. / Diario CÓRDOBA

Rafael Verdú

Rafael Verdú

El debate sobre el modelo de turismo es uno de los más añejos de la ciudad. Distintas corporaciones de diferente signo político llevan años intentando definir cómo debe ser a corto y medio plazo uno de los sectores económicos más importantes para la ciudad, si no el que más. El turismo genera pingües beneficios, pero también problemas. Para atajarlos, hace tiempo que se coló entre las propuestas la aplicación de una tasa turística, un impuesto de nuevo cuño destinada a gravar solo a quienes se benefician de forma directa de la llegada masiva de visitantes y que tendría supuestamente un carácter finalista.

A los empresarios del sector les escuece la propuesta y no quieren oír ni su sola mención. Ya se planteó seriamente durante el mandato de PSOE-IU entre 2015 y 2019, dado que la tasa turística es una medida defendida por las fuerzas de izquierdas (y aplicada en algunas ciudades en las que gobiernan, como Barcelona). En Córdoba, un nuevo impuesto de ese carácter no se plantea por ahora.

Así lo ha asegurado Juan Hidalgo, candidato de Hacemos Córdoba, alegando que la tasa turística tiene sentido en ciudades donde el turismo salvaje y desregulado ha desbordado a los gobernantes. No es el caso de la capital cordobesa. El alcaldable ha asegurado que "para nosotros ahora mismo no es una prioridad política, pero sí algo que hay que estudiar". Cree Hidalgo que en Córdoba "estamos a tiempo de parar" las consecuencias negativas de un turismo masivo, pero "para esta coalición política no es prioritaria ni está encima de la mesa, aunque es un factor a tener en cuenta".

Propuestas

En lugar de una tasa turística, Hacemos Córdoba aboga por otras propuestas. Entre ellas cita la descentralización del turismo, que viene a suponer conducir a los visitantes hasta otras áreas alejadas de la almendra histórica central (Mesquita, Alcázar, Judería...), como la Axerquía o incluso los barrios extramuros. Eso es lo mismo que pregonan todas las demás fuerzas políticas y hasta los empresarios del sector, pero todavía nadie ha conseguido convencer a los turistas para que vayan a la Fuensanta o Ciudad Jardín, salvo para alojarse en apartamentos turísticos.

Para evitar que la población abandone el Centro (un fenómeno reciente que se extiende a otras ciudades de forma proporcional al aumento del número de visitantes), Hacemos Córdoba quiere cambiar el Plan de Protección del Casco Histórico para introducir nuevas reglas que permitan, por ejemplo, instalar placas solares en las viviendas, lo que haría más cómoda la vida de los residentes. O crear un millar de viviendas nuevas de promoción pública con el énfasis puesto en los jóvenes "para anclar la población".

En definitiva, el turismo es importante "pero hay que combinarlo con las gente que vivimos aquí", en palabras de Hidalgo.

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