Una vida digna es el mejor propósito que me puedan ofrecer. La dignidad es esencial para la vida humana, tanto como el agua o el oxígeno que respiramos. La dignidad que quiero para todo ser humano: mujeres, jubilados, parados, asalariados, inmigrantes, jóvenes, estudiantes, autónomos, LGTBI, artistas, dependientes, presos, deportistas, creyentes, ateos, en defnitiva para toda la humanidad. Soy socialista de convicción y mi humilde contribución será siempre luchar por la dignidad de la gente.

Una sociedad decente es la que se preocupa de la dignidad de todos y cada uno de sus miembros. Aquella que considera que nadie se puede quedar atrás, que ayuda a quienes más lo necesitan. Aquella que se interesa por la paz, por el bienestar, por el progreso y por la sostenibilidad ambiental. Aquella que lucha contra la corrupción y pone en valor la transparencia.

Cuando quienes gobiernan una sociedad se dedican a negar la dignidad de alguien, están sembrando el dolor, el sufrimiento, el odio, la humillación y la guerra. La homofobia, el machismo, el racismo, la pobreza, la desigualdad, la intolerancia, la injusticia son distintas maneras de negar la dignidad humana.

La mejor contribución del socialismo ha sido luchar por la dignidad humana y la decencia de la sociedad, creando derechos y libertades, apostando por el progreso sostenible, por una sociedad igualitaria y justa.

Los gobiernos socialistas, por coherencia, tienen bien marcada su hoja de ruta. Es previsible la decisión cuando se tienen valores tan propios y signifcados. Es fácil convencer cuando se actúa por la igualdad y el interés general.

El PSOE tiene su centro de gravedad en la dignidad, no tiene que ir a la demoscopia para defnir su posición política. Garantizar pensiones y salarios dignos, la universalidad de la salud, proteger a los desempleados, luchar contra la violencia de género, acceder a una educación pública de calidad, asistir a los dependientes... Son políticas por la dignidad de las personas.

En Europa los socialistas luchamos por una Europa más social, unida en la diversidad, más protagonista en el complejo orden internacional, para que sea defensora de la paz, el bienestar y el progreso.

Y en el ámbito local nuestra aportación es por una ciudad más amable, humana y habitable. Una ciudad que nos ofrezca el trabajo que necesitamos, los equipamientos propios de una sociedad del bienestar y las normas de convivencia que garanticen la libertad y el respeto a los demás.

Tenemos una doble cita electoral, europeas y locales, y votar al PSOE es una apuesta por la dignidad sin concesiones.

* Exdiputado socialista por Córdoba en el Congreso