Mariano Rajoy es muy consciente de que deberá actuar rápidamente si no quiere que los mercados (y los socios europeos) le empiecen a cuestionar y a mover la silla que, si finalmente vence el domingo, le habrá costado siete años conquistar. El líder del PP, próximo presidente de España según las encuestas, tiene muy presente lo que ha sucedido en Grecia e Italia. Por eso, ya estudia cuándo empezar a dar pasos que intenten reconquistar la fiabilidad y la confianza en España y lograr tiempo para poner en marcha su, por ahora, difuminada hoja de ruta.

Según fuentes del equipo económico, Rajoy confía en que la mera victoria del domingo que auguran los sondeos suponga un punto de inflexión y quede reflejado de inmediato en la prima de riesgo. Pero también sabe que eso no será más que un alivio mínimo, por lo que ha decidido que empezará a enviar "mensajes contundentes" a los mercados y a la Unión Europea a partir del martes. Ese día reuni- rá al comité ejecutivo, en el que convocará a la dirección del partido y a sus barones, no solo para analizar los resultados, sino para demostrar que ya hay un nuevo equipo al frente de España.

CALENDARIO Las fuentes citadas no concretaron en qué consistirán esos "mensajes contundentes". Habría sido la noticia de la campaña si se tiene en cuenta que Rajoy va a llegar a la Moncloa sin dar demasiadas pistas de sus planes para España. Ayer, en Badajoz, volvió a pedir un apoyo masivo porque, a su juicio, cuanto más votos consiga, "mayor será el caudal de confianza" de la UE en España.

Si finalmente gana, Rajoy (y la economía española) tiene por delante un calendario que, con el ritmo frenético que imponen los mercados financieros, parece toda una eternidad. En estos momentos, según el decreto que José Luis Rodríguez Zapatero firmó cuando convocó las elecciones, las Cortes no se formarán hasta el 13 de diciembre, y no será hasta una semana más tarde cuando el próximo jefe del Ejecutivo será investido. Prácticamente un mes en blanco.

Cuando Zapatero anunció el adelanto electoral, afirmó que lo hacía porque quería que a partir de enero empezara a funcionar el nuevo Gobierno. Ahora, tras los ataques de agosto a la deuda y la caída de los ejecutivos de Grecia e Italia, enero parece que deba llegar en el siglo XXII.

PACTO FISCAL El candidato dio el mitin de la mañana en Badajoz, apenas dos horas después de que la prima de riesgo rozara los 500 puntos. Sin embargo, evitó el asunto y solo hizo una referencia a la situación de la economía cuando un espontáneo le gritó que los españoles están "embargados". "Embargados estamos ahí, pero vamos a salir. No se preocupe", le contestó Rajoy, que bajó a saludar al hombre que lo había interpelado.

Antes de Rajoy, intervino el presidente extremeño, José Antonio Monago, quien envió un recado a CiU (sin citarla) por el pacto fiscal. Así, criticó que algunas comunidades autónomas "echen cuentas" cuando hay "un cuarto de millón de extremeños que levantan Cataluña".

Por la noche, el aspirante acudió a Sevilla, donde, como ha hecho en otras comunidades como Cataluña y Valencia, agradeció a la dirección del partido autonómico que lo apoyara en el 2008, cuando Esperanza Aguirre intentó quitarle el liderazgo.