No se presenta a las elecciones pero ayer acaparó más ataques de los candidatos de IU que Rajoy y Rubalcaba. Casi ninguno de los ocho oradores del único mitin de Cayo Lara en Sevilla, y su segunda jornada en Andalucía, se resistió a nombrar a la Duquesa de Alba. Lo mismo como ejemplo de "terrateniente" que acaparará las ayudas de la nueva PAC que para dejar claro que IU sabe que sus votos en la ciudad no están entre "los que baten palmas a una Duquesa descalza".

Pero pese al protagonismo de la aristócrata y hasta de Iñaki Urdangarín, al que el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo (de los más aclamados con su llamada a la "insumisión para no pagar la deuda) tildó de "aprendiz" del "monarca ladrón" -es investigado en el Casa Palma Arena-, lo cierto es que tanto los mensajes como la escenografía tenían un claro destinatario: el trabajador.

La pancarta de "Astilleros no se cierra" junto al escenario del Fuerte de Isla Mágica -más visible que la bandera republicana atrás- y los trabajadores de la factoría naval en desmantelamiento con sus camisetas reivindicativas tras el atril a tiro de cámara lo dejaban claro.

Y es que, el candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno se dirigió directamente a los trabajadores, y a los sindicatos que en esta campaña no se han casado con nadie, para pedirles que el día 20 decidan su voto mirando "quien estaba con ellos en la calle manifestándose contra la reforma laboral y los recortes y quien estaba en el Congreso recortando sus derechos".