La campaña electoral deja siempre a su paso un reguero de material de desecho. El mercadillo de El Arenal fue ayer prueba de ello, ya que tras el paso de PSOE e IU por allí, el suelo quedó plagado de propaganda electoral de ambos. Se ve que la gente tiene muy claro lo que quiere y no necesita leer las propuestas de última hora de las fuerzas políticas. Y menos cuando se van de compras al mercadillo. Menos mal que estos paseos son cortos, ya que en cuanto se van las cámaras, los políticos desaparecen.