José María Aznar, estos días, acusa al PSOE de dejar a España "en el fondo del precipicio". Sostiene que José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba han dado "puñaladas" al crédito del país. Pide una "sanción democrática" para los socialistas. Y describe un Estado en "bancarrota". "Aznar siempre nos da grandes satisfacciones. No defrauda nunca", reconocía ayer, en la pista del Palacio de los Deportes de Zaragoza, el secretario de organización socialista, Marcelino Iglesias. Retratado por todas las encuestas como un partido que sigue hundido en intención de voto (pese a que ellos insisten en que no es para tanto, y en eso coinciden con el PP), consciente de que le queda muy poco tiempo hasta la sentencia de las urnas y necesitado de arañar hasta la última papeleta, el PSOE pasa ahora a agitar con fuerza el fantasma de la vuelta del expresidente del Gobierno, exponiendo la tesis de que él es el titiritero del PP y Mariano Rajoy solo el títere de su antiguo jefe.

Porque Rajoy, cuya campaña es tranquila y de pátina centrista --porque sabe que basta con estar ahí y esperar para que la victoria caiga como fruta madura-- no da miedo a los votantes. Y Aznar sí. Sigue estando muy presente su traumática última legislatura, con el Prestige , la participación en la invasión de Irak en contra de la inmensa mayoría de los ciudadanos y el 11-M. Votar a Rajoy es votar a Aznar, argumenta el PSOE. Más exactamente: no votar al PSOE es permitir que vuelva Aznar. Y que vuelva a Aznar, continúa la tesis, es un retorno a todo aquello.

En Zaragoza, ante unas 4.000 personas, González le dijo a Rubalcaba: "Alfredo, al contrario de Aznar con Rajoy, yo no te doy órdenes. Yo estoy a tus órdenes". El exjefe del Ejecutivo, tras los sondeos que revelan que una parte de quienes votaron socialista en el 2008 piensan votar esta vez a IU, cargó contra los de Cayo Lara, hasta ahora casi ausentes en la campaña del PSOE, y explicó que, si pudieran, "volverían a hacer la pinza" con el PP, como hicieron en los años 90.

Después señaló Rubalcaba: "Aznar es un expresidente que habla mal de su país. Pero es irrelevante. No pinta nada en Europa. Solo, en Génova cuartel general del PP. Y eso es preocupante. Aznar es el ventrílocuo de Rajoy". Y por la tarde, en Logroño, la candidata al Congreso por La Rioja, María Victoria de Pablo, añadió: "Creo que Aznar sigue buscando las armas de destrucción masiva en Irak".