Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola y número uno al Parlamento andaluz por Málaga, no se reprimió al finalizar su bienhumorada intervención y calificó de "pata negra" de la política a Javier Arenas. La algarabía estalló en los graderíos y arreciaron los gritos de ¡presidente, presidente! hacia el candidato. Desde muy temprano los simpatizantes mantuvieron encendido el pabellón con eslóganes de ánimo para los aspirantes a la Junta y a la Moncloa. Tan animados estaban los malagueños que Arenas proclamó, convencido: "Málaga será clave en la victoria del Partido Popular". Y tiene certidumbre esta afirmación porque manejan sondeos donde se señala que puede producirse un vuelco político a favor del PP en una provincia donde los gobiernos central y autonómico impulsan decisivas infraestruturas para su desarrollo.

Arenas no se olvidó de devolver los piropos al proclamar con pasión que Esperanza Oña y Celia Villalobos "son las mujeres más valiosas de la política andaluza". En los mítines hay un tiempo para ensalzar virtudes propias y otro para demonizar. A Villalobos, por ejemplo, el PP le atribuye la consecución del AVE Córdoba-Málaga. Toda una hada. Sin embargo, el PP agita la existencia de un lord Voldemort, el malo de la escuela de magia de Hogwart, que los populares personifican en Gabilondo. No ha habido mitin en el que no se haya atacado al periodista. Ni tampoco se ha desaprovechado ocasión para hablar del cara a cara con Chaves. Arenas se dirigió al presidente para decirle que si teme a sus preguntas --como dijo Oña-- no tendría inconveniente en pasárselas por escrito el día de antes.