Pablo Casado, el presidente del PP, dio a entender ayer que no vetará la posibilidad de que Vox ocupe alguna de las consejerías de la Junta de Andalucía si finalmente llega a un pacto con los ultras para gobernar esa comunidad. El PP, con 26 escaños, y el partido de Santiago Abascal, con 12, necesitarían que a esa alianza de derechas se sumara Ciudadanos, que sacó 21.

En una entrevista en RNE, se le planteó directamente si estaría dispuesto a compartir los cargos del Ejecutivo regional y Casado respondió que lo único «innegociable» con la fuerza de ultraderecha y con el partido naranja es la presidencia, que considera debe ocupar el candidato popular, Juan Manuel Moreno. «La única posición de partida que es innegociable, que hemos dicho en el comité ejecutivo del PP, es que Moreno tiene que ser presidente de la Junta y el PP tiene que ser quien lidere ese cambio», señaló.

En su opinión, los populares, por ser los más votados de ese bloque de derechas, son quienes deben liderar el cambio en Andalucía. «Y luego ya si es un acuerdo de investidura o si es un acuerdo de legislatura o es un acuerdo de Gobierno, se tiene que hablar en primer lugar con Ciudadanos y luego Vox tendrá que decir si tiene una posición pasiva, es decir abstenerse para facilitarlo, o activa a la hora de participar de la línea de programa electoral para estos cuatro años», continuó.

Según Casado, lo ideal para él sería «desplegar» el programa del PP con el apoyo de Ciudadanos, como han hecho los dos en otras comunidades, entre ellas Madrid. Fuentes del equipo del presidente popular concretaron horas más tarde que es pronto para saber si finalmente Vox asumirá algún departamento, porque la negociación «todavía no ha empezado».

«Nuestra actitud va a ser abierta, flexible y posibilista», afirmó Moreno en La Sexta sobre la negociación con los radicales antes de señalar que todavía no se ha producido ninguna reunión con Vox. El aspirante a la presidencia de la Junta por el PP reunió a su comité ejecutivo autonómico y ante ellos se arrogó el liderazgo del cambio, asegurando que es su «responsabilidad y obligación». Frente a Cs, que también reclama la presidencia de la Junta y les propone un pacto con el PSOE y dejar fuera a los ultras, Moreno apeló a su experiencia al frente de las instituciones públicas e incluso a motivos históricos, por ser una fuerza con 36 años de presencia en la comunidad.

El presidente del PP andaluz no entró en más detalles más allá de que sus primeras medidas serían de tipo fiscal para generar «riqueza y empleo» y la supresión del impuesto de sucesiones. Más concreto fue cuando avisó del riesgo de una repetición electoral con un mensaje entre líneas a Cs: «Ninguna formación responsable querrá bloquear el cambio. Nadie querrá dinamitar el enorme caudal de ilusión y esperanza».

El partido de Albert Rivera propone un pacto entre los tres partidos constitucionalistas con Juan Marín, el candidato naranja, de presidente. «El PSOE tiene que asumir la derrota y que los andaluces han pedido cambio y, si el PP y PSOE no actúan con responsabilidad y no somos capaces de lograrla, le estarán dando la llave a otras formaciones», avisó Villegas, número dos de Cs.