Ahora toca hablar de Andalucía. Llevamos tiempo demandando actuaciones que partan de propuestas concretas, cuya incorporación a la agenda y a la gestión política son una constante reivindicación empresarial para la mejora y el crecimiento que todos deseamos para nuestra comunidad autónoma.
La prioridad vuelve a ser la actividad empresarial. La empresa la hacen los empresarios y los trabajadores pero, qué duda cabe que necesita un entorno adecuado para establecerse, consolidarse y expandirse. La principal fuente de empleo y riqueza merece una atención preferente por parte de todos aquellos llamados a dirigir la acción pública y trazar el marco en el que se desenvuelve la actividad empresarial. Para toda Andalucía y con las propuestas de los empresarios andaluces, la CEA ha presentado a las distintas formaciones políticas que concurren a las próximas elecciones del 2-D el documento «La empresa como motor del desarrollo social».
Para mejorar Andalucía necesitamos más y mejores empresas. Las empresas, los empresarios, son los principales protagonistas en la creación de empleo. Y para tener en Andalucía más y mejores empresas resulta fundamental generar entornos que permitan operar en mercados, cada vez más globales y digitales, y atender demandas sociales, cada vez más comprometidas y exigentes. Esos entornos en los que se relacionan las empresas y en los que se desarrolla la competitividad empresarial deben contar con una regulación acorde con las nuevas formas de operar que provoca la digitalización de la economía, y que debe incidir sobre todo en la necesaria estabilidad y certidumbre sobre las reglas del juego.
La competitividad de la economía andaluza, y por ende de las ocho provincias que la integran, pasa por convertir esta comunidad en un territorio atractivo para el desarrollo de la actividad y la inversión, y en especial en los sectores industriales, priorizando el atractivo de Andalucía desde el punto de vista logístico, y garantizando la seguridad jurídica necesaria para ello. Y en este contexto, una economía, un territorio, debe basar su crecimiento y desarrollo en la generación de valor a través de la innovación y la calidad. Debemos fortalecer nuestro sistema de innovación a través de la mejora de procesos y la introducción de nuevos servicios, sobre todo en los sectores estratégicos por todos sabidos, además de impulsar la atracción y retención del talento, el propio y el ajeno.
A todos nos preocupa el futuro de esta comunidad autónoma, para ello planteemos un presente ambicioso. Pasemos de la palabra a la acción, a los hechos, donde exijamos resultados y ponderemos realidades. Ese crecimiento, en lo económico, en lo social, en lo cultural, empieza por facilitar, fortalecer e impulsar la actividad empresarial en Andalucía.
* Presidente de CECO
