Si la juventud es una condición del espíritu, la candidata número 2 del PP por Córdoba no ha dejado de ser anímicamente la presidenta de los jóvenes del PP. Beatriz Jurado (Córdoba, 1983) fue la niña de la casa del empresario hotelero Rafael Jurado, la décima de diez hermanos, y empezó pronto a someterse a las urnas. Primero, en la Universidad de Córdoba, donde estudió Derecho y fue elegida presidenta del Consejo de Estudiantes. Después, y ya dentro del PP, donde se afilió con 20 años de edad a Nuevas Generaciones (NNGG), participando por primera vez en unas elecciones municipales en el 2007, con 24 años de edad.

Ese mismo año, Beatriz Jurado pasaba a ocupar la presidencia de NNGG de Córdoba, dos años después la de NNGG de Andalucía y desde el 2011 y hasta el 2017, la presidencia nacional de la organización juvenil del PP, una trayectoria que ha marcado un espíritu juvenil a prueba de bomba.

Paralelamente, en el 2011 fue elegida en las municipales y llevó la concejalía de Juventud y Cooperación, el mismo año en el que entró en la décima legislatura del Senado, donde ha ido renovando su puesto hasta la actualidad. Por cierto, en la Cámara Alta, en esta última legislatura, es portavoz de la comisión de Derechos de la Familia, Infancia y Adolescencia y vocal en las comisiones de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Asuntos Iberoamericanos y Suplicatorios.

De nuevo, Beatriz Jurado se presenta a unas elecciones, en este caso a la Cámara autonómica, en el segundo puesto de la lista y detrás de José Antonio Nieto, su mayor valedor político, con la responsabilidad añadida de ser coordinadora general del PP cordobés y, junto a Miguel Ángel Torrico, responsable de la campaña en Córdoba. Al respecto, y aunque hay miles de factores que condicionan los resultados, en política con el director de campaña ocurre como con el fútbol: lo más fácil es responsabilizar al entrenador.

El caso es que el mismo entusiasmo y energía lo lleva Jurado a su ámbito personal y, especialmente, familiar. Casada y con tres hijos, incluso su último parto fue objeto de titulares cuando el 5 de noviembre del pasado año dio a luz a Ignacio, su tercer vástago, en el coche que le llevaba a maternidad del hospital. No perdió la calma mientras fue asistida por su marido, el periodista Raúl Ramos, y posteriormente por una enfermera que, casualmente, se encontró con esta emergencia al salir de su trabajo en el San Juan de Dios, que propiciaron que todo terminase felizmente. Por cierto, y respecto al papel de su marido en la vida de la senadora, se puede parafrasear el dicho y afirmar en este caso que, «detrás de una gran mujer, hay un gran asesor».

Otras dos anécdotas que dicen mucho de Beatriz Jurado: ya en el 2011 los compañeros de partido reconocían que era la militante del PP en Córdoba «que más kilómetros tiene en España». Segunda: hace poco, en una rueda de prensa de precampaña sobre educación, Beatriz ofreció una relación detallada de las propuestas del partido en esta materia, apenas 44 horas después de que Juanma Moreno hubiera presentado el programa electoral completo. «Pero, ¿te sabes ya el programa de memoria?», preguntó un periodista. «Hombre, voy por la mitad», dijo modestamente. El texto programático en cuestión tiene 430 folios.