Jesús María Ruiz García es un melómano metido a político por culpa de la sanidad, que repite como número 3 del PSOE al Parlamento andaluz. Nació en Puente Genil en 1960 y desde muy pequeño heredó el amor a la música, a la que tanto su abuelo como su padre dedicaron buena parte de su vida. Desde los 14 años, Jesús María es miembro de la Schola Cantorum Santa Cecilia y, en su condición de barítono-bajo y de guitarrista, participa en otra formación musical más informal, de boleros y serenatas, llamada Nostalgias. Al PSOE se afilió en el 97, a raíz, dice, de una huelga «absolutamente política» que convocó el Sindicato Médico. «Me afilié para demostrar que se pueden hacer dos cosas: gestionar bien y además participar en política». Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en Málaga y máster en Administración Sanitaria, tras una breve etapa en una empresa alimentaria, entró a formar parte como técnico de función administrativa de la Rassa (la madre del SAS). Ha sido gerente del hospital de Pozoblanco, que administró con solo 24 años; del de Huelva o del hospital de Torre-Cárdenas (Almería). Tiene una acreditada actividad científica: autor de varias publicaciones, profesor de cursos de doctorado, conferenciante o premio Hipatia a la mejor comunicación oral.

En el 2000 es nombrado delegado de la Consejería de Salud, hasta que en 2004, con Rodríguez Zapatero de presidente, se sitúa al frente de la Subdelegación del Gobierno hasta 2012. En un balance que hizo de esa etapa en CÓRDOBA se mostró satisfecho por que la Subdelegación hubiera estado muy presente en el territorio. «Nos hemos pateado toda la provincia; calculo que he hecho más de 200.000 kilómetros», dijo. Aunque su intención era haberse incorporado a su plaza, concurrió a los comicios de marzo del 2012 como número 4 en una lista encabezada por la tristemente desaparecida Araceli Carrillo. Tres años más tarde repitió como candidato en el puesto número 3.