La ciencia viaja sobre ruedas

El motor del autobús de Ingenios en Ruta acumula kilómetros en su particular expedición, un viaje que, durante todo marzo, acerca la ciencia a centenares de escolares de Primaria, Secundaria y Bachillerato a través de talleres prácticos y divulgativos en sus propias clases.

Ya se han completado 20 talleres, en 17 colegios e institutos. Al final, serán el doble de talleres y de centros. Hasta el momento, este road trip de ciencia educativa ha pasado por Montilla, LucenaAguilar de la FronteraPedro AbadNueva CarteyaFuente Palmera y Córdoba impartiendo sus sesiones de 1 hora.

Según varias educadoras consultadas, l@s científic@s han sido muy amables y didácticos, y no han dudado en repetir «su clase» si se superaba el aforo, cosa que ha sucedido en varios centros. La experiencia ha sido «fantástica» y el alumnado ha disfrutado mucho, tal y como explica Nuria Anaya, del IES Colonial, donde han impartido el taller ¿Verdad o mentira?: Bulos y realidades sobre el cambio climático. 

En el IES Alhakén II, donde se estrenó esta edición, han desarrollado, por duplicado, uno para la ESO: Educando para no caer en el lado oscuro del ciberespacio. En él han trabajado sobre el fenómeno de la viralidad, la privacidad en internet y las redes sociales. Tras ello, han ejecutado dinámicas para reflexionar sobre el buen uso de internet.

«Los jóvenes no eran conscientes de los peligros a los que se exponen a través de su uso excesivo del móvil y de las redes sociales. Gracias a este taller, se han dado cuenta del daño que les puede provocar el que compartan tanta información personal, el riesgo de sufrir ciberacoso o incluso la posibilidad de que jaqueen su teléfono y obtengan datos personales, bancarios, etc», explica Teresa Montesinos, profesora del instituto.

Otro taller dedicado a la seguridad -en este caso, alimentaria- ha sido Las bacterias en los alimentos, un mundo invisible a la vista, llevado a cabo en el IES Rafael de la Hoz y en el que, según detalla la docente Amalia Rísquez, han hablado de microbiología, mostrando baterías perjudiciales para el ser humano -como la Listeria- y la existencia de otras beneficiosas para las personas que pueden contrarrestar los efectos de las primeras.

«Los estudiantes han hecho un cultivo en una placa de Petri y le haremos seguimiento. Lo cierto es que, viendo de cerca su trabajo, está claro que los investigadores no están suficientemente valorados por la sociedad, porque hacen mucho más por el mundo de lo que nosotros pensamos», concluye Rísquez. 

En cada punto, los grupos de investigación dan a conocer su rutina y el trabajo de sus departamentos a través de experimentos y otras prácticas. El objetivo es despertar vocaciones y fomentar el pensamiento crítico y creativo entre el alumnado con temas de actualidad científica. 

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