Mayor reconocimiento a su labor docente. Es la principal petición extraída de respuestas dadas por los sindicatos en la enseñanza a preguntas sobre cómo está su profesión, y que hemos hecho con motivo del Día del Maestro celebrado el pasado domingo.
Y ese reconocimiento a su trabajo pasa por atender una serie de reivindicaciones laborales, sociales y retributivas que mejorarían su situación y repercutirían en la calidad de la enseñanza.
«Dignificación salarial, que se paguen los atrasos firmados desde 2018 y que logremos un aumento salarial para recuperar la pérdida de poder adquisitivo», comenta Juan Carlos Varo, de UGT.
«Pedimos el desarrollo de la carrera profesional docente y, en lo económico, la equiparación salarial de los docentes andaluces con el resto de España», señala Francisco Cobos, de CCOO.
Ustea exige presupuestos que aseguren más medios y docentes, y menos ratios «para realizar una gestión eficiente que garantice calidad, equidad e inclusión en educación, que no es un gasto, es una inversión», recuerda Alba Díaz.
CSI-CSIF pide que se implanten medidas para reducir la temporalidad entre el profesorado y «abordar una solución justa para funcionarios de carrera, personal interino y nuevos aspirantes a los procedimientos selectivos de acceso a la función pública docente».
Desde ANPE, Francisco Luque reclama que el docente «sea considerado como merece:persona fundamental para la formación intelectual y humana del alumnado y para que la sociedad evolucione».
Y línea semejante sigue SIEP, que apuesta por una retribución acorde con la responsabilidad que se les exige y más reconocimiento. «En pandemia fuimos, junto con otros colectivos, muy reconocidos y valorados y esperamos que ese reconocimiento se mantenga».
Esa mejora de las condiciones laborales también pasa por una reducción de la burocracia, que reclaman unánimemente y que ilustra con sus palabras Antonio López, presidente de la Junta de Personal Docente: «Nuestra energía no puede seguir malgastándose en una gestión documental hipertrofiada. El sistema educativo trata de vestir con papeles una percepción del nivel académico cada vez más desnudo. Por eso queremos que nuestro esfuerzo se dirija a enseñar, no a rellenar documentos sin repercusión directa en el alumnado».
El sí a la bajada de ratios y el no al cierre de unidades es otra exigencia sindical total que beneficiaría a docentes y estudiantes, pues la calidad de las clases y la atención al alumnado sería mayor. En esta línea, Ustea apunta a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) impulsada y que está ya en el Parlamento andaluz a la espera de tramitación y respuesta por parte de gobierno y partidos políticos.
En lo positivo, todos estos sindicatos sienten y defienden la labor docente. «Somos el corazón de la educación y eso es motivo de celebración» (Ustea); «transmitimos conocimiento y valores» (CCOO); «tenemos la enorme tarea de formar y educar a nuestro futuro» (ANPE); «somos un motor de transformación social» (CSI-CSIF); «somos protagonistas, junto a las familias, de educar la sociedad» (SIEP); y «nuestra función es esencial en toda sociedad y somos los garantes de su futuro» (UGT).
