REPORTAJE

Los conservatorios comienzan el curso dando la nota

Los centros musicales de Córdoba aprovechan octubre para hacer su inauguración oficial del 22-23 y realizar algunas reivindicaciones

Examen a una alumna en el conservatorio superior Rafael Orozco de Córdoba capital.

Examen a una alumna en el conservatorio superior Rafael Orozco de Córdoba capital. / A.J. González

Víctor R. H.

Córdoba

El curso académico se ha iniciado ya en todos los ámbitos; pero hay uno en el que sus protagonistas quieren, en este arranque del 2022-2023, dar la nota (literal y figuradamente hablando). Se trata de los conservatorios de música cordobeses.

El primero de ellos que destacamos es el Conservatorio Profesional de Música (CPM) de Córdoba Músico Ziryab, que tiene previsto realizar una inauguración oficial del curso escolar el próximo 27 de octubre. Esta iniciativa no la realiza casi desde que se mudó a su actual ubicación en la Avenida de los Piconeros. «Estamos muy ilusionados con un acto en el que habrá discursos institucionales y una ponencia de Juan Miguel Moreno Calderón, una muestra musical -dúo con soprano- y cante flamenco, todo ello vinculado con Lorca», detalla el actual director de este CPM, Juan José Cosano.

Esquema parecido ha seguido el otro conservatorio de la ciudad, el Rafael Orozco, que ayer celebró el acto de apertura del curso académico 2022-2023 y que contó con la lección magistral impartida por el catedrático Juan Miguel Moreno Calderón, centrándose en los Hitos en la historia del Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco (1902-2022), así como con la actuación musical a cargo de Juan Carlos Herrador (piano), Lucía Ruiz Tavira (canto) y Blanca Trabalón Ruiz (piano); interpretaron obras de Cipriano Martínez Rücker, Ramón Medina Hidalgo y Joaquín Reyes Cabrera.

La provincia

Planteamientos similares nos encontramos también en la provincia cordobesa, donde los estudios musicales se imparten en centros didácticos, escuelas municipales y, sobre todo, numerosos conservatorios que planean actuaciones de inicio de curso: Maestro Chicano, en Lucena; Luis de Narváez, en Baena; Luis Bedmar, en Montilla; Juan Mohedo, en Montoro; Isaac Albéniz, en Cabra; Antonio López, en Priego; y Marcos Redondo, en Pozoblanco.

Este último ya viene programando «actuaciones importantes como la de Santa Cecilia, el día 22 de noviembre, en la que habrá un concierto de profesores y una jornada de convivencia en colaboración con la AMPA», explica su director, Marcos Sáez.

Igual sucede en el Isaac Albéniz, donde, según Santiago López (director), al alumnado le hacía falta la vuelta a la normalidad y tocar delante de otras personas. Actuamos en Santa Cecilia y pondremos en liza un cuarteto profesional para desarrollar un concierto didáctico llamado Con cuerdas y a lo loco, fomentado por el conservatorio y la AMPA».

El conservatorio Músico Ziryab y el IES López Neyra dan clases simultáneas de música y de ESO

Y mismos actores tienen algunas de las actividades en el Antonio López, en el que quieren retomar también con un concierto didáctico y con otras medidas para lograr acercarse más a la sociedad; pero en el que sus dos conciertos principales están vinculados con el Día de Andalucía y con el final de curso académico ya en 2023.

Además, este centro subraya la recuperación de las sesiones conjuntas. Así, vuelve por completo su asignatura Agrupaciones Musicales, que es la base para el desarrollo de su orquesta, una seña de identidad que incorporan como iniciativa extra. «Se concentra todo el conservatorio y se suma hasta el coro. Primero, trabajan individualmente cada instrumento (lo que le corresponde dentro de una orquesta) y, más adelante, hacen ensayo conjunto».

Concierto de alumnos del conservatorio Maestro Chicano, de Lucena.

Concierto de alumnos del conservatorio Maestro Chicano, de Lucena. / CÓRDOBA

Pasos similares se han dado en el centro de Cabra, donde tildan de «muy estimulante» la formación conjunta de orquesta al final de semana. «Es una clase abierta, se coincide con familiares o antiguos alumnos, profesores y compañeros diferentes; incluso algunos músicos locales, provinciales o regionales se han sumado». La orquesta ya está en activo otra vez y seguirá buscando intercambios con otros conservatorios.

Por su parte, el CSM Rafael Orozco también se permite exprimir sus instalaciones, con aulas a pleno rendimiento que concentran a 15 alumnos -y hasta 17 en algunos casos-, permitiéndose al tiempo los ensayos de los grupos de música de cámara (entre 5 y 8 personas normalmente).

Las reivindicaciones

Junto a sus exhibiciones, los conservatorios tienen, en este inicio de curso, diversas peticiones. El Músico Ziryab centra su reivindicación en el espacio: «Hace falta mayor número de aulas y, sobre todo, aulas más grandes; ya que, al tener clases de excelencia, por ejemplo, se juntan hasta 30 alumnos y eso requiere unas instalaciones amplias. Hasta este año hemos podido subsanarlo pero hay que afrontar esta cuestión a medio plazo para dar una solución acorde. Llevamos 12 años aquí y hay opciones para ampliar el conservatorio», comenta Cosano, quien señala a la azotea del edificio, donde se puede construir una nueva planta para crecer.

Clase de piano en el Conservatorio Profesional de Córdoba Músico Ziryab.

Clase de piano en el Conservatorio Profesional de Córdoba Músico Ziryab. / Chencho Martínez

Asimismo, este CPM de la capital ‘pelea’ por nuevas especialidades (cante flamenco) y programas educativos de inclusión (hasta el 30 de octubre es el plazo) para ampliar su oferta educativa. «Somos optimistas; ilusión y ganas tenemos; el proyecto está respaldado por varias entidades y es asumible porque nos adaptaríamos con los recursos y dotación que tenemos».

Recuperar la visibilidad del centro, abrirlo y conectarlo más con Córdoba es el otro objetivo del nuevo equipo directivo. «Que se sepa y valore todo lo que hacemos, se trabaja y la calidad del PAS, los docentes y el alumnado».

El Conservatorio Rafael Orozco prioriza en su solicitud obtener la especialidad de Sonología, que relaciona los conocimientos de los instrumentos acústicos y los electrónicos con la creación sonora; una disciplina que forma y aporta en entornos profesionales como la producción musical, la grabación de audio y la posproducción, además de en la creación de piezas musicales o audiovisuales con tecnología. «Llevamos varios años solicitándola y creemos que sería una valiosa incorporación a nuestros estudios», comenta Lucía Moreno, jefa de estudios.

La cifra de alumnos del conservatorio de Cabra ha crecido de forma significativa desde la pandemia

Otra reivindicación general, como señala el director del conservatorio de Cabra, es la de mejorar la ratio para que el alumnado de nuestros centros reciba la formación que le corresponde (1 alumno, 1 hora) y no la actual (2 alumnos, 1 hora), que supone desventaja frente a alumnado de otras regiones. «Comprendemos que es la red de centros en Andalucía es muy extensa, pero hay que dotarlos adecuadamente». 

De igual forma, critican cierto abandono con los conservatorios elementales en cuanto a instrumentos. «Hay un plan de la Junta para reforzarlos, necesitamos buenas condiciones y buen material para dar enseñanza de calidad».

Alumnos del conservatorio Marcos Redondo, de Pozoblanco, en plena interpretación.

Alumnos del conservatorio Marcos Redondo, de Pozoblanco, en plena interpretación. / Manuel Murillo

Y una última petición: disponer de un orientador en los conservatorios (aunque no sea fijo, que pueda ser itinerante) para atender a alumnado con necesidades educativas específicas y acompañar al profesorado que trabaja con este alumnado.

En el caso de Priego, la queja con la Junta es porque no han repuesto la figura del administrativo y que, al ser un centro pequeño, su ausencia -prevista que se cubriese en septiembre- afecta mucho al centro. «Va demasiado lento, como sucede con el refuerzo de limpieza que también estamos esperando. Se supone que está en licitación pero no termina de materializarse», indica el director.

Actualidad educativa

Todos los conservatorios hablan de un buen comienzo, con adecuado encaje de horarios y planificación de clases. Y, en general, aunque el tiempo de pandemia ha perjudicado un tanto la cifra de estudiantes, la mayoría logran mantener cifras semejantes a los tiempos previos a la pandemia.

El Músico Ziryab tiene sobre 1.500 alumnos y 140 profesores, para un total de 18 especialidades musicales, en el presente curso, en el que se estrena todo el equipo directivo, que quiere dar un «aire nuevo al centro, aportando su granita de arena para que siga creciendo en cantidad y calidad».

En concreto, sobresale el Programa de Simultaneidad de Enseñanzas de Música y ESO entre este conservatorio y el IES López Neyra a través de la Unidad Integrada.

El CSM Rafael Orozco es previsor y cuando acaba un curso ya afronta la organización del siguiente, fomentando la matrícula online y, al ejecutarla, se le ofrece al alumnado la disponibilidad de horario, clases, etcétera. Buena planificación para su medio millar de alumnos (con 150 de nuevo ingreso este curso), su centenar de docentes y sus 19 especialidades, entre las que destacan las relacionadas con el flamenco.

El conservatorio de Pozoblanco está compuesto por alumnado de muy diversa procedencia. «El otro día realicé el recuento y estamos entre 20 y 25 poblaciones diferentes que aportan estudiantes al centro. Es el único en la zona norte de la provincia de Córdoba e incluso vienen personas de Extremadura y Castilla-La Mancha».

En Priego, el volumen de alumnado, sin embargo, ha bajado ostensiblemente. Antes de pandemia, 180 alumnos y ahora solo 122. Ha sido un duro golpe. «El perder el contacto con la localidad hace que se resienta el número de matriculaciones». También influye negativamente la crisis económica y el que sean sólo 7 especialidades: piano, clarinete, guitarra, saxofón, trombón, violín y violonchelo.

Actuación durante un acto por el 40 aniversario del conservatorio Isaac Albéniz, en Cabra.

Actuación durante un acto por el 40 aniversario del conservatorio Isaac Albéniz, en Cabra. / CÓRDOBA

En Pozoblanco, el profesorado se ha reducido en una persona (de 42 a 41), rondan los 400 alumnos y 15 especialidades. «Nos hemos mantenido porque llevamos años con un buen número de solicitudes de admisión. Y eso ya es un logro. Funciona muy bien un departamento específico dedicado a la promoción que tenemos».

La principal novedad, comenta Marcos Sáez, es volver a tiempos prepandemia, con el aforo al 100% de las audiciones y otra serie de acciones con fuerte carga presencial. «No obstante, mantendremos alguna cuestiones virtuales, sobre todo las relacionadas con las retransmisiones para evitar que haya gente que se quede sin ver nuestras actuaciones. El aforo del auditorio se suele completar y, así, aprovechando los recursos técnicos y la emisión online, vamos a retransmitir los conciertos y las audiciones al concurso de música de cámara autonómico se pueda ver desde casa».

Al ser profesional, en este centro estudian 4 cursos de básica y 6 cursos de profesional y, quienes quieran, no tienen que desplazarse a Córdoba (como había que hacer antiguamente).

En Cabra se congregan 13 profesores y unos 120 alumnos, en su mayoría de 8 a 12 años, pero también adultos. Se da el caso de que hay padres e hijos, tíos y sobrinos; y hasta abuelos y nietos. Recibimos alumnado de Cabra y muchas otras localidades cercanas (Doña Mencía, Luque, Rute, Benamejí, Encinas Reales…). Tienen 7 especialidades. Como curiosidad, decir que han llegado a crecer durante la pandemia. Hicieron promoción y ha surtido efecto. Difusión a través de cuentos musicales (creación propia). Se inventaron cosas a través de medios digitales y también han potenciado sus perfiles en redes sociales. «Hay muy buen ambiente de trabajo y se involucra a otros centros de enseñanza, como el conservatorio de Écija», señalan.

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