El programa Aldea constituye una herramienta para el desarrollo de las competencias del alumnado en materia de Educación para la Sostenibilidad, mediante la introducción y desarrollo de contenidos relacionados con el cambio climático, el medio forestal y litoral, la gestión de residuos y su reciclaje, la conservación de la biodiversidad o el conocimiento de los Espacios Naturales Protegidos de Andalucía en el Proyecto Educativo de Centro, y en el que el profesorado, partiendo del análisis del entorno y a través de una metodología activa y participativa, en la que el alumnado tiene un papel protagonista en su proceso de enseñanza aprendizaje, enfatiza los aspectos positivos de preservar el medio ambiente. El peso que ha ido adquiriendo este programa, desde que se pusiera en marcha hace ya 25 años, se evidencia en el número de centros que de una manera u otra participan en él. En el caso de la provincia de Córdoba esta cifra asciende a 144 repartidos entre los 38 que participan a través de la Red Andaluza de Ecoescuelas (Modalidad A) y los 106 restantes que lo hacen a través de proyectos temáticos de educación para la sostenibilidad (Modalidad B). 

Ecoescuelas

Un total de 23 centros educativos andaluces han recibido la Bandera Verde Ecoescuela por su compromiso con la educación ambiental. Esta iniciativa tiene como finalidad impulsar un proyecto integral de transformación medioambiental, mediante una investigación participativa con el alumnado como protagonista, implicando a toda la comunidad educativa y al municipio, además de crear una red de centros educativos donde se favorezcan los intercambios y la cooperación. Del total de centros que han alcanzado este galardón uno es cordobés, el CDP Séneca. La Red Andaluza de Ecoescuelas, un programa de ámbito internacional coordinado por la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE), y desarrollado en España por ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y el Consumidor, miembro de FEE) contempla la concesión por un periodo de tres años del Galardón Internacional Bandera Verde, una distinción que, con el logotipo del programa, identifica a aquellos centros educativos que son un modelo de coherencia ambiental. Con esta iniciativa se pretende asimismo impulsar desde el centro educativo un proyecto de cambios y mejoras, tanto a nivel ecológico como social, fomentar el trabajo en equipo, favorecer el intercambio de experiencias así como promover la cooperación mutua entre el centro educativo y su entorno más inmediato. 

Otros proyectos

La Modalidad B de Aldea está dirigida a aquellos centros que quieran desarrollar un programa de sensibilización ecológica y educación para la sostenibilidad según las siguientes líneas de intervención: Ecosistemas forestales y flora silvestre; Impacto del Cambio Climático en el Medio Natural; Conservación y mejora de la biodiversidad; Medio Litoral y Entorno Marino; Ecohuertos Recapacicla, educación para la circularidad. Asimismo, ante la crisis ambiental actual, el cambio climático, el desarrollo sostenible y las relaciones del ser humano con su entorno social y natural serán los tres ejes que vertebrarán el desarrollo de cualquier proyecto. 

El colegio Séneca, pionero medioambiental

En la provincia de Córdoba existen solo ocho centros que disponen de Bandera Verde, tres de ellos en la capital. Entre los pioneros, el colegio concertado Séneca, ubicado en Fátima, implicado en cuestiones de sostenibilidad medioambiental desde el año 1998, obtuvo su primera distinción, recientemente renovada, en el 2016. La concesión de este distintivo supone que el centro realiza un control de sus residuos, desarrolla políticas de eficiencia y ahorro de agua y energía, hace un uso sostenible de sus patios e instalaciones, utiliza tan solo materiales reciclados en sus aulas, e implica también en ello a las familias de sus alumnos. Así lo explica el coordinador del Ecohuerto del centro, Rafael Barasona, quien añade que el ecohuerto «es nuestra joya de la corona, se ha convertido en un elemento común ya que todos los niveles educativos están implicados en su cuidado, tutores incluidos». Una actividad tan al alza que, en el nuevo Parque de Levante, el Ayuntamiento les ha concedido una parcela para que puedan desarrollar allí un huerto urbano ya que el que tienen en el centro «se nos ha quedado pequeño» apunta Barasona quien no duda en ensalzar los valores que aporta esta actividad.