Miles de escolares dicen hoy adiós a las aulas para encarar las esperadas vacaciones navideñas en un trimestre en el que, a pesar de que el número de alumnado confinado ha sido mayor que en el mismo período del curso anterior, ha imperado «la tranquilidad y el sosiego». Así lo manifiesta la directora del CEIP Turruñuelos, Lola Jaén, quien con la vacuna del covid como antesala de las fiestas, subraya que ha habido una notable diferencia con respecto al año pasado por diferentes aspectos y es que la experiencia es un grado, «ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos, los centros están señalizados, el alumnado habituados a las normas sanitarias, la enseñanza telemática, ante un posible confinamiento, estaba preparada. El profesorado nos hemos formado en la utilización de recursos telemáticos y plataformas digitales, las familias informadas y mostrando ser muy responsables... toda la maquinaria que está conllevando esta pandemia la teníamos puesta en marcha y eso ha hecho que comenzáramos el curso con otra perspectiva, más relajada, aunque siempre manteniendo la cautela ante lo que pudiese ocurrir». Respecto a la vacunación de los niños de 5 a 11 años manifiesta la directora de este centro que «es un hecho que nos tranquiliza» si bien «esperamos que a la vuelta de estas fiestas esa tendencia al alza de casos de aislamiento que se inició durante el puente de la Constitución no se vuelva a dar y comencemos un segundo trimestre con calma».

En el CEIP Albolafia su director, Ximo Roig, señala que este primer trimestre que ya se cierra ha servido para dejar evidenciadas las consecuencias de haber pasado un año académico, el 20/21, en un contexto como el que viven en este centro, con unas cotas de absentismo enormes, las cuales habían sido superadas desde hacía tiempo, «con mucho esfuerzo» y cuyo retroceso, sin duda, marca la realidad actual. «Podríamos entender que en estos primeros meses la sensación ha sido de volver a llevar a cabo el día a día de la escuela de manera más tranquila», asegura Roig.

La presencia en las aulas se ha ido incrementando con respecto al curso anterior, y el uso de la mascarilla, los hábitos de higiene, y todo lo que es diferente a antes de la llegada del covid-19, «se ha naturalizado». Un trimestre normalizado, sí, «pero para nada fácil pues el absentismo ya anotado, aunque lentamente mejora, sigue siendo esa gran lacra que mina la moral del profesorado, y dificulta el normal desarrollo académico del alumnado, interviniendo también en otro foco de dificultades, la convivencia», apunta este director. Aún así, como siempre, en el colegio Albolafia siguen aportando «amor y ternura a la educación, creyendo en la transformación social de nuestro contexto», sea cual sea la dificultad o el momento.