Algunas ideas no conocen de límites. Eso es lo que ocurre con galaSAT, una actividad coordinada desde el departamento de Tecnología del IES Antonio Gala, de Palma del Río, enmarcada en el programa Andalucía Profundiza. Este proyecto permite desarrollar estándares de tecnología educativa para estudiantes con los que analizar datos, planificar y gestionar actividades para desarrollar una solución o completar un proceso. «Trabajamos con un globo meteorológico o cápusla, dotado con un sistema de comunicación con tierra basado en tecnología LoRa que permite correspondencia a muy largo alcance con poco consumo energético y está permitiendo grandes avances en el Internet de las Cosas (IoT) a escala de ciudades y en la agricultura», explica José Alcaide, director del IES Antonio Gala. Esta particularidad lo hace especialmente adecuado para este caso si bien la parte negativa es «su limitación en el ancho de banda aunque esto no es un problema para nosotros», apunta Alcaide. 

La misión 

El pasado 16 de mayo a las 11.07 a.m., según estaba previsto, alumnos de 3º y 4º de ESO efectuaron el lanzamiento de la cápsula desde las instalaciones del centro. Dos cámaras a bordo hacían posible tomar imágenes de nuestro planeta y, al mismo tiempo, registrar el desempeño del sistema de recuperación de la cápsula en su regreso a tierra. A su vez, el equipamiento electrónico diseñado y construido por ellos mismos les permitió conocer las condiciones extremas del espacio cercano a unos 25.000 metros de altura. Todo parecía ir bien pero cuando la cápsula estaba de regreso a tierra comenzaron a perder el contacto con la misma. Se inició una búsqueda contra reloj sobre el terreno, antes de que las baterías se agotasen. Peinaron un área comprendida entre Santaella y Montalbán, la zona prevista para el aterrizaje, sin éxito.

Afortunadamente, dos días después recibieron la llamada de Mateo, un agricultor de la zona que había encontrado la cápsula gracias al panel informativo que ésta portaba. A pesar de que las pruebas realizadas en tierra fueron positivas, problemas con la alimentación no hicieron posible verificar su validez durante todo su recorrido por la estratosfera. Una historia azarosa la de esta misión al más puro estilo espacial.