El Instituto de Enseñanza a Distancia de Andalucía (IEDA) se descentraliza a favor de una red de centros públicos compuesta por Institutos Provinciales de Educación Permanente (IPEP), Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) e Institutos de Educación Secundaria (IES) que ya imparten modalidades presencial y semipresencial y que recibirán una dotación específica de recursos materiales. En el caso de la provincia de Córdoba, será el IPEP quien, a partir del próximo curso, pueda volver a ofertar el Bachillerato para adultos después de 12 años sin tenerlo. Para Fernando Balsera, director de este centro, la noticia no puede ser más positiva ya que «con la publicación de la Orden de 26 de febrero de 2021 que amplía y autoriza nuevas enseñanzas para el curso 2021-2022 se recuperan para el alumnado de Córdoba y provincia una oferta educativa de la que durante 23 años disfrutamos».

Efectos de la pandemia

El curso pasado, el avance de los contagios y el consiguiente estado de alarma provocaron un cambio drástico en la forma de enseñar. En este sentido, destaca Balsera que «nada más decretarse el confinamiento el profesorado de nuestro centro, que ya tenía una enorme experiencia en el uso de la plataforma educativa para la enseñanza semipresencial, pasó a desarrollar la educación a distancia con naturalidad, sin grandes esfuerzos hasta final de curso», un hecho que según argumenta, «ha llevado a las autoridades educativas a una reflexión sobre el modelo de la oferta educativa de Andalucía y el resultado ha sido la devolución a los IPEP para el próximo curso 2021-2022 de esa educación a distancia de la que fuimos impulsores». La idea que mueve a esta decisión por parte de la administración educativa es, según la propia Consejería, convertir la educación a distancia en un educación más «cercana y accesible» para el alumnado, que aumente la conexión entre el profesorado y el alumnado a distancia mediante una tutorización «directa y próxima», así como que exista una mayor flexibilidad para cambiar de modalidad de enseñanzas. En este sentido, apunta el director del IPEP que la administración «ha planteado devolver a nuestros centros esta oferta formativa con la idea de facilitar una intermodalidad entre enseñanzas lo que permitiría al alumnado que se matricule a distancia tener la oportunidad de cambiar a otra modalidad, por ejemplo, a la semipresencial y viceversa, si cambian esas circunstancias laborales, familiares o de disposición de tiempo que le llevaron a optar por una modalidad frente a otra».

A esto se suma una idea esencial como es la de mejorar la atención del alumnado para que así se frene la alta tasa de abandono escolar que se detecta en este tipo de enseñanza cuyo índice de matriculados, según cifra la propia Consejería, «tocó techo hace años, 4.324 este curso con una tasa de abandono que oscila año tras año entre el 50 y el 77%, según las enseñanzas». Con esta reformulación se ofrece una alternativa necesaria que ha venido marcada por las propias circunstancias.

Nuevo reto para la educación permanente

La asunción de la educación a distancia implicará, para el IPEP, la atención de un volumen mayor de alumnado, un aumento en el número de profesores que han de atender esta nueva oferta educativa, así como un proceso de formación específica en la docencia a distancia y una mayor coordinación entre los centros que imparten estas enseñanzas. «Esto implicará más trabajo y, por qué no decirlo, una mayor incertidumbre ante todo aquello que comienza y que podría modificar nuestra tradicional zona de confort, pero como señalamos también supone un reto que asumimos con responsabilidad», asegura Fernando Balsera. Esta nueva oferta a distancia estará ligada a los dos niveles de Educación Secundaria de Personas Adultas, así como el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales y a la necesidad de recuperar a aquel alumnado, tanto de la capital como de la provincia, «que no encontró acomodo en el IEDA precisamente por exceso de distancia en el sentido literal del término, o aquel que, por sus circunstancias personales y laborales, no encontró su sitio en la semipresencial o en la presencial y que ahora puede ajustar mejor sus estudios a su tiempo real y a la oferta formativa que presentamos».