Esta historia va de un equipo de cinco docentes especialistas y amantes de la Educación Física: Moisés Fernández, Jorge Santiago, David Segura, Rafa Leiva y Cristina Romero, todos con plaza definitiva en el IES López Neyra de Córdoba, salvo Jorge, que estuvo el curso pasado, y este está destinado en la localidad sevillana de Arahal. En el curso 2019/2020 crearon Innovatef, una propuesta didáctica que plantea el juego desde perspectivas distintas a las habitualmente concebidas. "Decidimos dar rienda suelta a una inquietud creciente por buscar propuestas didácticas novedosas y motivantes para un alumnado, quizá sumergido en una inercia negativa para el proceso educativo, debido a la ejecución de contenidos repetitivos año tras otro", apunta Moisés.

Como decía el verso de Antonio Machado, la rutina se convirtió en una suerte de monotonía de lluvia tras los cristales. Continúa explicando este docente que "nuestra intención es compartir con toda la comunidad educativa nuestras nuevas metodologías basadas en contenidos originales que buscan la coeducación del alumnado, al plantear tareas donde el nivel de partida es similar en ambos sexos, atender a la diversidad ante situaciones específicas como alumnado con discapacidades sensoriales de tipo visual, proponer juegos en coherencia con las restricciones de la actual pandemia, etc.". Y ahí están unas nuevas modalidades de deporte: Lineball, Cordoball y Covidball. En otros centros se están aplicando estos planteamientos compartidos a través de redes sociales y de la propia web del proyecto, "teniendo un feedback bastante positivo" asegura el equipo.

¿Y en qué consisten estas nuevas disciplinas? El Cordoball es un deporte alternativo que hace honor a esta ciudad como una propuesta muy dinámica de enorme riqueza táctica, donde el alumnado rompe sus esquemas de juego tradicionales al introducir elementos de juego como las metas movibles o jugar con unos determinados móviles de forma diferente a como se juega en los deportes tradicionales. "Esta propuesta se resume en jugar de diferente forma con los elementos habituales de las clases de Educación Física a la vez que implica en un mayor grado, desde un punto de vista cognoscitivo, a los participantes", aclara Moisés.

Por otro lado, el Lineball se crea como una propuesta de deporte integrador en el que pueden participar jugadores con y sin discapacidad visual al usar antifaces todos ellos. Explica el profesor que se trata de un deporte muy sensorial que, a su vez, ayuda enormemente a la concentración y atención de aquellos alumnos con déficit en estos aspectos.

Por último el Covidball está pensado para situaciones motrices diversas en las que la intensidad de la sesión, el uso de determinados recursos, las normas de higiene y la distancia social adquieren protagonismo y condición indispensable para que la práctica deportiva en estos tiempos se considere segura. En esta actividad física de equipo se trabaja la coordinación general, oculo-pédica y oculo-manual en un contexto fusionado donde prima la transferencia de deportes ya conocidos y donde la seguridad en la práctica se mantiene basándose en la idea de no compartir ningún material durante el ejercicio. Concluye Moisés asegurando que "estamos abiertos a todo tipo de aportaciones, como base de innovación constante y motivación para nosotros mismos".