Cumple dos años al frente de una delegación cuyo ámbito no le es ajeno. Lleva en la docencia desde 1989, tiempo en el que ha sido jefa de estudios y directora del IES Trassierra, participante de un proyecto experimental llevado a cabo por la Universidad de Sevilla sobre liderazgo escolar o ponente en cursos de convivencia y atención a la diversidad en el CEP de Córdoba.

- Delegada, dos años de legislatura de los cuales, uno de ellos, ha sido especialmente crítico. ¿Se le ha hecho largo este período?

- No largo, pero sí hay que marcar un antes y un después del 14 de marzo, una fecha que ha supuesto un revulsivo para todos. Un primer año lleno de proyectos nuevos por cumplir, con ganas de dar un cambio al sistema educativo, y un segundo año que ha supuesto una gestión muy dura. Los más de 162.000 alumnos que tenemos en la provincia se vieron de un día para otro aprendiendo en sus casas y gracias al esfuerzo ímprobo que desarrollaron los profesores, innovando y aprendiendo a la vez, pudieron seguir ofreciendo la formación. Esa es la parte más dura de todas. No se podía olvidar la gestión que iba en paralelo al trabajo que se nos había plantado por delante de gestionar una situación sanitaria sin precedentes.

- El presidente de la FAPA Ágora decía hace poco que sus reivindicaciones ante la administración se repiten año tras año porque se olvidan al no existir una ley que regule la participación de las familias en el sistema educativo. ¿Qué opina usted sobre esto?

- Es verdad que hay reivindicaciones, no solo por parte de las familias sino de todos los colectivos, que se van repitiendo y eso es síntoma de que estamos en un sistema de participación y diálogo y de que tenemos por delante muchas cosas que mejorar. La participación de las familias ahora no tiene nada que ver con la de hace 15 años. Claro que se va mejorando, lo que pasa también es que a veces esta depende mucho de los centros escolares. Precisamente, ahora, en la adaptación del nuevo decreto de escolarización se pone el foco en una mayor participación del consejo escolar a la hora de determinar en el proceso de escolarización, algo que antes recaía en la figura del director. Las AMPA son muy bien atendidas y escuchadas desde la delegación territorial en todo momento. No hay reunión que me solicite un ayuntamiento o un centro escolar en la que yo no invite siempre a que esté un representante del AMPA y siempre el director del centro.

- Hacía alusión en la respuesta anterior al nuevo decreto con adaptaciones a la Lomloe y tenemos a las puertas el inicio de un período de escolarización que viene con novedades en los criterios de baremación. ¿Cómo cree que va a funcionar este año?

- Creo que hay algo importante en nuestro decreto previo de escolarización, y es que se disminuía un 65% la asignación que se hacía por sorteo, algo que era injusto, y que ahora se hace de manera más equitativa. Más allá de eso, ha habido que ajustar nuestro decreto a la normativa estatal, estableciendo los 14 puntos para la asignación para los hermanos, a lo que hemos atribuido la misma puntuación que por domicilio, para que esté equilibrado. También asignación de más por partos múltiples o de la discapacidad sobrevenida, reservando tres plazas por centro. La filosofía en sí del decreto no ha variado. Mantenemos ese concepto de demanda social con respecto a la posibilidad de que los padres tengan libertad de elección de centro. Lo único significativo es el cambio en cuanto al baremo.

- ¿El proceso será presencial o telemático?

- Se implementó el año pasado y fueron muchísimas las matriculaciones que se hicieron por medios telemáticos; yo creo que eso vino para quedarse. Eso no quita que, siguiendo las medidas de seguridad e higiene, las familias puedan acudir igualmente al centro escolar a matricular a sus hijos. Lo que sí tenemos por delante muy claro es la digitalización en todos los aspectos, no solo al hecho de darle a los niños o a nuestro profesorado unas herramientas tecnológicas, sino que los procesos administrativos vayan siendo cada vez más los que se hagan a través de medios telemáticos. Si algo hemos aprendido, precisamente, durante la pandemia es a conectarnos.

- La inversión por alumno ha aumentado en este período un 11%, pasando de cuatro mil a cuatro mil doscientos euros. ¿En qué se materializa este gasto?

- Eso viene del 16% de inversión que se ha aumentado en Educación en estos dos últimos años. Hemos hecho que se llegue al objetivo de destinar el 5% del PIB. Se materializa en todos los elementos que se han puesto sobre la mesa: inversión para una mayor plantilla docente, en educación especial, en infraestructuras, digitalización progresiva de los centros con dotación de material que actualmente alcanza el 58%... son muchos los elementos, pero básicamente en personal, infraestructuras, estabilización de la plantilla y digitalización. Y, obviamente, se ha tenido que gestionar el covid.

- Asadipre ha presentado un escrito al consejero Javier Imbroda mostrando su malestar y rechazo por la implantación del denominado pin parental. ¿Cómo ve usted esta cuestión?

- En primer lugar, hay que decir que no existe tal pin parental pese a que surgió una noticia cuyo titular no era muy acertado. No hay ningún acuerdo sobre esto. Lo que sí hay es un compromiso de transparencia y de implicación de las familias en la educación de sus hijos, lo que es un matiz muy importante. Introducir esa participación, justo lo que hablábamos antes cuando me referí a lo de la FAPA Ágora, implica una participación y conocimiento de las actividades que los niños van a realizar en los centros, pero siempre contando con el respeto al profesorado y a los equipos directivos porque las actividades que se desarrollan en los centros lo que hacen, precisamente, es coadyuvar al desarrollo del currículum. Se desarrollan actividades transversales contempladas en el currículum, por ejemplo, la celebración el Día de la Mujer o el Día de la Paz. ¿Quién se va a oponer a eso? Se tratan temas que fomentan valores como el respeto, la igualdad, la tolerancia... Se trata de que las familias conozcan, a través de los proyectos educativos de los centros, qué actividades se llevan a cabo, pero en ningún momento se puede dejar en manos de las familias la educación de los niños en cuanto al currículum. Eso corresponde a los profesores, a los equipos directivos, gestionarlo. Por tanto, yo no estoy de acuerdo con ese aspecto negativo al que se refería Asadipre del pin parental, que ya le digo que no existe como tal, sino compromiso y transparencia e implicación de la familia en el conocimiento de las actividades que van a desarrollar sus hijos, lo que no significa que sean ellos, los padres, quienes autoricen o no el desarrollo de una actividad concreta.

- ¿Van a vacunar a los docentes?

- Eso es lo que ha dicho el Ministerio y, si mal no recuerdo, el presidente de la Junta. Los docentes están ya contemplados en la próxima tanda junto con los cuerpos de seguridad del Estado. Lo entiendo como una medida positiva y necesaria. Primero porque, efectivamente, somos un servicio esencial como hemos demostrado durante todo el período del confinamiento y se sigue demostrando que la educación, igual que la salud, es un derecho esencial que se ha seguido prestando; y, en segundo lugar, porque además ofrece garantías de seguridad al personal docente y no docente que está continuamente tratando con un colectivo muy amplio. Es una medida necesaria y muy demandada, con toda la lógica del mundo.