El proyecto de bilingüismo del IES Ángel de Saavedra, implantado progresivamente desde el 2.006, ha dado un paso más para trabajar en el fomento de la inclusión del alumnado, la atención a la diversidad y para propiciar que el programa de lengua extranjera contribuya al aprendizaje del inglés y al desarrollo cognitivo e intercultural de todos los alumnos con medidas orientadas a cubrir sus distintas necesidades educativas. En este sentido la coordinadora del proyecto bilingüe de centro y vicedirectora del Ángel de Saavedra, Pilar Torres, apunta que «para conseguir que dicha integración de lengua y contenidos sea exitosa, hemos de disponer y arbitrar herramientas de atención a la diversidad, ya que ni todas las motivaciones del alumnado son las mismas ni sus habilidades lingüísticas y cognitivas tampoco».

Aspectos clave

Los alumnos que siguen un programa de atención a la diversidad (NEAE) tienen dificultades para seguir el desarrollo del currículo ordinario. Por ello, en las áreas no lingüísticas (ANL) dentro del proyecto de bilingüismo, son convenientes estrategias y claves enfocadas a las diferentes necesidades. Una de ellas es la metodología AICLE, una herramienta que posibilita la integración de lengua y contenidos. «Este enfoque, además de fomentar la motivación del alumnado, posibilita el desarrollo de sus habilidades comunicativas, potenciando especialmente las orales», explica Torres. También hacen uso del trabajo por proyectos dinámicos que, según señala, «consideramos muy adecuados, ya que pueden ser muy variados en niveles de dificultad, competencias implicadas, recursos usados, niveles de conocimiento, materiales usados, contenidos, resultado o producto final elaborado».

Estos proyectos, tanto coordinados con otras áreas del programa bilingüe como individuales por área, les permiten introducir una o varias lenguas instrumentales, diversos estilos de aprendizaje, aplicación práctica de los conocimientos teóricos, posibilidad de trabajar con materiales escritos y exposiciones orales, entre otros, por lo que son unas herramientas de evaluación muy completas e integradoras. Añade Torres que la calificación de las materias se realiza siempre en positivo, «nunca se penalizará el uso más mediocre de la lengua sino que el uso del inglés siempre va a ser un plus en la nota, nunca va a penalizar la calificación, lo que supone un motivo de satisfacción para ellos, que son capaces de responder preguntas en inglés y van a tener un añadido en la nota».

Otra particularidad de este centro es que llevan a cabo proyectos interdisciplinares trimestrales, que algunos centros bilingües trabajan a lo largo del curso, y donde se coordinan las ANLs y los departamentos de lenguas. «Siempre abordamos temas relacionados con efemérides. En este primer trimestre el trabajo ha sido sobre Halloween, en el segundo será sobre el Día Internacional de la Mujer y en el tercero sobre el Día del Medio Ambiente».

Apoyos

En todo este trabajo de centro resultan fundamentales dos figuras. Una es la del auxiliar de conversación, ya que los alumnos se muestran muy motivados cuando ven que pueden establecer comunicación con una persona cuya lengua materna no es el castellano, y la otra es la del departamento de Orientación, que elabora informes previos y de seguimiento que son imprescindibles para ir avanzando y adoptando soluciones apropiadas en cada caso concreto. En este sentido, esta labor facilita la adopción de medidas de apoyo específicas, como puede ser el contrato de ayuda grupal para que un alumno tutorice a otro, siendo el primero un apoyo lingüístico para el segundo y refuerzo para el buen comportamiento.