La mesa técnica provincial del programa educativo Vivir y Sentir el Patrimonio, junto al sesoramiento de los tres Centros de Formación del Profesado de la provincia de Córdoba, ha sido la responsable de la organización de esta actividad dirigida al profesorado y que se ha desarrollado durante los días 25 y 28 de septiembre. Según un comunicado del CEP de Córdoba, «la reciente declaración del Conjunto Histórico-Artístico de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace necesario su conocimiento, difusión y valoración por parte de los docentes como paso previo para su traslación al alumnado». Con este planteamiento, en la primera sesión, Emilio González Serrín, profesor de Islamología de la Universidad de Sevilla, ofreció la conferencia Medina Zahara, el Versalles de Al ándalus a lo que siguió, tres días después, la representación teatral titulada Leyendas de Medina Azahara a Nuestra Manera, llevada a cabo por alumnado del CEIP Araceli Bujalance Arcos de Encinarejo. Según explica Francisco Ramón Merino Mesa, miembro del equipo de coordinación pedagógica del programa en el que se enmarcan estas jornadas y director de la obra teatral, «esta puesta en escena surgió como apoyo a la candidatura de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad y como parte de Vivir y Sentir el Patrimonio». «Me sentía en la obligación de hacer un pequeño homenaje a una de las joyas de nuestro patrimonio histórico y, contando con un elenco de actores y actrices tan maravillosos como son mi alumnado de 1º de Primaria, me lancé a ello», explica.

La obra teatral es además «la guinda de una unidad didáctica integrada que se ha venido desarrollando en el centro educativo a lo largo de los dos últimos trimestres del año anterior», aclara Merino. La puesta en escena llevada a cabo por los pequeños está basada en el libro del escritor Manuel Pimentel, Leyendas de Medina Azahara. Son muchos los colegios e institutos que trabajan sobre el patrimonio cordobés y los adheridos al citado programa.

Según manifiesta Francisco Ramón, «este trabajo hace que, no solo el alumnado, sino toda la comunidad educativa, descubra sus orígenes, cómo hemos llegado a ser lo que somos y ponga en valor todo aquello que hemos heredado de nuestros ancestros». «Sin duda alguna, este tipo de actividades hacen de vía propagandística para que más centros se unan y trasciendan el patrimonio más allá de lo puramente monumental» concluye,