Esta maestra de Pedagogía Terapéutica es todo dulzura. Quizá sea esa cualidad la que le haga encajar a la perfección en el aula específica donde desempeña su labor diaria.

-¿Cómo es la vuelta al cole para sus alumnos?

-El inicio de cada curso escolar supone una vuelta a empezar y los primeros días suelen ser un poco difíciles. Retomar la rutina conlleva un tiempo de adaptación. En el aula TEA de nuestro colegio hay matriculados 5 alumnos (que es la ratio máxima del aula) y casi todos ellos, salvo un caso, llevan escolarizados en la misma varios cursos. En este sentido, tanto para ellos como para mí, el comienzo de curso es más fácil. Me conocen a mí, a su clase, al colegio, al resto de compañeros y maestros y eso facilita el empezar de nuevo.

-¿Cómo es la organización y el desarrollo en clase de los alumnos con TEA?

-Existe una estructuración tanto temporal como espacial de la clase. Los alumnos con trastorno del espectro autista son «pensadores visuales», reciben y procesan mejor la información que les llega a través del canal visual por lo que debemos ofrecerles ayudas en este sentido. A nivel espacial, la clase se organiza por rincones señalizados con pictogramas donde se realizan actividades diferentes.

-¿Estos alumnos llevan su propio ritmo de aprendizaje?

-Sí. La edad de ellos va de los 3 a los 12 años. Esto implica características y capacidades diferentes y por tanto necesidades y tiempos de aprendizaje diferentes. Pero independiente de estar en un aula TEA o no, cada niño tiene su propio ritmo. A nivel didáctico, existe una programación individualizada que a lo largo del curso puede ir modificándose.

-¿Qué atenciones específicas reciben estos alumnos en clase?

-En el aula son atendido por la maestra tutora y por una monitora de Educación Especial. Además reciben sesiones de audición y lenguaje de la maestra de esta especialidad del colegio.

-Como sabrá, en estos días se ha conocido un caso de un alumno con TEA en La Carlota que tiene que cambiar de centro para poder asistir a un aula específica. Desde su punto de vista, ¿cómo cree que les afectan los cambios en la rutina, hábitos o entorno?

-Si a cualquier persona le pueden afectar los cambios en su vida diaria o en su rutina, a los niños diagnosticados con TEA los cambios suelen afectarles más. Por lo general, ante este tipo de cambios, suelen mostrarse más nerviosos aunque esto puede mejorar según vaya adquiriendo de nuevo hábitos rutinales.

-Destaque algo que le guste especialmente de su trabajo.

-Tengo que destacar todas mis vivencias, anécdotas, luchas, incertidumbres con ellos pero sobre todo sus avances. Son tantos momentos, días meses y años juntos que solo puedo hablar de ellos como mis niños.