Desde el curso pasado, María Tapia, madre de dos hijos, se hizo cargo voluntariamente de la gestión de la Escuela de Padres y Madres del CEIP Europa. Su objetivo, acordado con la directora del centro, Aurora Santano, era el de dar respuesta a los intereses y demandas de las familias. Pero pronto, Tapia, por su propia formación y dedicación laboral en temas de atención temprana, se dio cuenta de que era necesario que los niños conociesen "que el mundo es más grande de lo que ellos ven cada día".

Desde entonces, las sesiones de esta Escuela se han abierto y ya no solo se dirigen a los progenitores, sino también a los niños, a quienes se les muestran otras realidades que viven pequeños de su edad, y que quizás a ellos les resulten ajenas. "Es necesario que los niños se sensibilicen desde pequeños con otras realidades y las normalicen". En este sentido, durante el curso pasado colaboraron con la Asociación de Parálisis Cerebral y en este curso ya han trabajado también con Autismo Córdoba y con la ONCE, para mostrar esa otra forma de vida que tienen estos niños. "Las sesiones están enfocadas de manera muy práctica -apunta Tapia- queremos que los niños lo vivencien y sean capaces de crear empatía con estas situaciones, tanto ellos, como sus familias".

Al margen de estas cuestiones, la Escuela también ha acogido asuntos relacionados con el aprendizaje y los problemas de conducta, como en la última sesión, en la que dos psicólogas han abordado esta cuestión, en la que cuentan con amplia experiencia laboral.

La idea, afirma esta madre, es continuar en esta línea de ir mostrando otras realidades, al tiempo que se dan soluciones o consejos a las familias en cuestiones que les puedan interesar. Así, tienen pendiente realizar una charla sobre la importancia de educar en las emociones a los hijos, y también con Córdoba Acoge, para mostrar las diferentes culturas, y con la Asociación de Personas Sordas.

Tapia hace hincapié en lo necesario que es "no olvidar que son ante todo niños, con otras formas de relacionarse y comunicarse, pero niños a secas. Es también una forma de darle valor al esfuerzo de los pequeños y sus familias".