Los jóvenes andaluces que han finalizado el Bachillerato se someterán los próximos días a una de las pruebas más decisivas de su carrera académica: la selectividad. Los resultados del pasado año evidencian los problemas de los jóvenes españoles con el inglés. El 60% de los estudiantes que finalizan el Bachillerato optan por seguir formándose en idiomas. Esta elección responde al bajo nivel de la mayoría de jóvenes estudiantes españoles de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, que no tienen un nivel medio de inglés. Se estima que este verano más de 50.000 españoles viajarán a distintos países de habla inglesa para mejorar su nivel. Entre los segmentos que más apuestan por aprovechar los meses de verano destacan el de niños, el de estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Universidad y el de jóvenes profesionales.

De acuerdo con el plan Bolonia, los estudiantes deben finalizar los grados con un B1, como mínimo, del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (Mcerl). Según el estudio EF English Procifency Index (EPI) 2012, el País Vasco es la región española con mayor nivel de inglés (57´9), más de un punto por encima de Navarra y Galicia, las otras comunidades que destacan por su nivel de inglés.

Además de los requisitos universitarios, las demandas laborales también promueven que los jóvenes universitarios apuesten por mejorar sus conocimientos de idiomas. Actualmente, 8 de cada 10 ofertas de empleo en España exigen un amplio conocimiento de inglés. Un nivel alto garantiza un sueldo entre un 30 y un 50% mayor y es condición básica para ocupar puestos directivos medios y altos en prácticamente todos los sectores productivos. Los resultados de los jóvenes andaluces en las pruebas de selectividad del pasado año demuestran el estado de salud del sistema educativo de la comunidad. Esta fue una de las regiones con menor número de aprobados (86´7%), solo por delante de Baleares (86´6%), Murcia (83%), Galicia (82´6%) y Asturias (75´1%).