El final del curso escolar es el momento de hacer balance y los sindicatos lo han hecho de manera negativa. Paco Peña, como representante de FETE-UGT, señala que, con respecto a las condiciones laborales del profesorado, se inició el curso con un descenso en las retribuciones del docente, que se ha ido agravando con un incremento del 5%, el aumento del IRPF y la reducción de la paga extra. Además, van a aumentar las horas lectivas y de trabajo. Todo esto va a afectar al sistema educativo y se traducirá en una pérdida de calidad educativa. "No entendemos que se pueda hablar de calidad cuando hay niños que se pueden quedar sin profesor 15 días. Es vergonzoso que el ministro de Educación defienda públicamente que esto va a favorecer la calidad educativa. Afortunadamente, hay que destacar que la Junta no va a aumentar la ratio y desde nuestro punto de vista esto es un acierto".

Por su parte, Elena García, de CSI-F, afirma que el panorama con el que finaliza el presente curso es "extremadamente desalentador. Ha sido un curso condicionado por los cambios políticos en el gobierno central y en el autonómico. Se ha puesto nuevamente en evidencia cómo la educación es utilizada como elemento de contienda política, y como botón de muestra contamos con la convocatoria de oposiciones, boicoteada inicialmente con el inesperado cambio de temarios por parte del Ministerio de Educación y, posteriormente, con el recurso ante el Constitucional que paraliza la convocatoria y utiliza como rehenes a los más de 35.000 opositores matriculados".