Querido/a lector/a, ha leído usted bien, los datos y las estadísticas así lo corroboran y también un artículo publicado en este periódico el 31 de marzo pasado, donde se señala que tenemos el honor y el privilegio de que nuestra querida Córdoba sea la ciudad campeona en toda España en obesidad infantil. Los niños/as cada vez se mueven menos y se alimentan peor, realizan menos actividad física y deporte, pasando más horas sentados con las nuevas tecnologías, y en el caso de las chicas se ha llegado a comprobar como disminuye su tiempo de práctica de actividad al pasar de Primaria a Secundaria, dependiendo fundamentalmente del contexto sociocultural. Ante dicha realidad, cabe preguntarnos si podemos hacer algo para frenar la pandemia que se nos avecina.

En mi opinión, dicha acción debería aplicarse en un doble sentido, por un lado desde la familia y por otro desde la escuela. Por parte de la familia, debe ir acompañada en adoptar hábitos alimenticios y deportivos saludables que sirvan de ejemplo a sus hijos. Y desde la escuela, se podría actuar con un incremento de la carga lectiva en Educación Física, desde Primaria hasta la Universidad, pasando por Bachillerato y Ciclos Formativos. Por último, no debemos olvidar, que ante los altos índices de obesidad, debido seguramente a factores tan diversos como la genética, el ambiente y el contexto, podemos ponerle freno con una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio.