Bajo su gobierno la Universidad creció en titulaciones (aunque no tanto en profesorado ni personal laboral), el campus se articuló administrativa y académicamente según el articulado de la LRU, y, a tenor de los resultados obtenidos, fue una batalla que se saldó con un desgaste académico evidente. Hasta el mismo rector criticaría públicamente la escasa operatividad de la estructura departamental. Los grandes temas académicos nunca llegaron a encontrar salida durante el rectorado de Colomer. El catedrático si abrió, no obstante, fronteras con otros campus extranjeros, firmando convenios de apoyo a la investigación.