Se cumplen ahora cien años de la Institución Teresiana, fundada en 1911 por San Pedro Poveda, un sacerdote que consolida la institución en Jaén, su tierra natal, mientras en distintas provincias españolas se van abriendo nuevas academias y centros educativos inspirados en su proyecto pedagógico.

Según Rosa Garay, directora de Secundaria y Bachillerato del colegio Bética Mudarra en Córdoba, la pedagogía de San Pedro Poveda se basa "en el desarrollo integral de todas las personas, lo que él llamaba la pedagogía de la proximidad , que hace referencia a la familiaridad, a la cercanía entre las personas, destacando la importancia del diálogo. Dedicó gran parte de su actividad a impulsar el estudio y la participación de las mujeres en la sociedad".

La presencia de la Institución Teresiana en Córdoba se inicia con la creación de una academia-internado. El reglamento de la misma, aprobado por el gobernador civil en julio de 1921, da cuenta de los planteamientos, de los objetivos, y funcionamiento de la llamada Academia de Enseñanzas Generales y Artísticas de la Mujer . Francisca Feria, directora del colegio Bética Mudarra de la capital cordobesa, cuenta que "era una institución dedicada a la educación de la mujer, a promover el perfeccionamiento no solo de aquellas que accedían a la escuela normal o al Bachillerato", sino de aquellas que, según se expresa en la Memoria del curso 1922/1923, "careciendo de medios intelectuales y económicos para enseñanzas superiores tienen deseo de cultura, afán de especialización y necesidad de un medio de vida".

Francisca Feria apunta que Córdoba sentía la necesidad de un centro de enseñanzas femeninas y en poco tiempo, la Academia-Internado de Córdoba se convierte en un importante foco cultural en la vida cordobesa. De la presencia de la institución en la sociedad dan cuenta muchos artículos de prensa del momento.

En esta Academia se estableció el Círculo de Estudios de la Acción Católica Femenina, según dice la misma memoria, donde acuden señoras y jóvenes para prepararse "las enseñanzas del catecismo".

En el año 31 la academia-internado adquiere la titularidad de Colegio Privado de Enseñanza Primaria y Media y el resto de las actividades se mantienen hasta el año 1960 en que se centra en el Magisterio. Será residencia para estudiantes de Magisterio, pasando a llamarse Residencia Pablo Poveda.

Pero no solo a través de los centros propios, como el colegio Bética Mudarra, o el Colegio Mayor, ha realizado y realiza la Institución Teresiana su misión sino también en el compromiso con la educación de los niños y jóvenes en centros e instituciones públicas de Córdoba: colegios, institutos, universidad, y en organizaciones sociales y culturales. Y a través de las distintas profesiones de sus miembros.

En una realidad donde se dan problemas como el desempleo, la desintegración social y familiar, la discriminación de la mujer, la falta de espacios donde reflexionar y analizar los problemas, la institución quiere estar presente a través de diferentes mediaciones educativas y culturales.

El lema escogido para celebrar el centenario es De la memoria al compromiso , porque según señalan Francisca Feria y Rosa Garay, con esta celebración "no solo queremos mirar hacia atrás, no solo queremos recordar los orígenes, sino seguir comprometiéndonos con el presente".