Un estudio realizado por FETE-UGT revela que cinco de cada diez profesores de Secundaria se sienten estresados en el trabajo. Según Manolo Gil, secretario general de FETE-UGT, "el tema de riesgos y seguridad laboral es algo que nos preocupa profundamente, por lo que este no es el primer estudio que hacemos, tenemos un montón de trabajos relacionados con esta temática".

La encuesta, realizada mediante un cuestionario dirigido a 1.125 trabajadores y trabajadoras de enseñanza secundaria de centros públicos y privados de las distintas comunidades autónomas, pone de manifiesto que un 50% del profesorado se siente estresado en su trabajo diario en las aulas. En cuestión de género, se aprecia una diferencia de percepción significativa, ya que las mujeres sienten niveles de estrés más elevados que sus compañeros masculinos, "sobre todo en el tema de las peleas y discusiones entre alumnos, pero también hay factores que estresan más a los hombres", indica Manolo Gil. Otro perfil que llama la atención es que los profesores de menos edad son los que muestran mayores niveles de estrés, "puede ser por la falta de experiencia", afirma.

Dentro del cuestionario, se plantearon un conjunto de preguntas en las que se pedía a los docentes que expresaran el grado de estrés que les producía distintos aspectos de la actividad laboral como: la forma en la que se organiza el trabajo, la flexibilidad horaria, la posibilidad de promoción del profesorado o las distintas situaciones de violencia que se producen en el aula.

Sin ningún tipo de duda, según la propia percepcion del profesorado, las principales causas de estrés en el colectivo docente están relacionadas con problemas de comportamiento del alumnado. En este apartado se encuentran aspectos como insultos (28,80%), desconsideraciones (23,47%), o el presenciar agresiones entre alumnos (25,78%). "Hay un dato muy importante y es que hemos conseguido que el alumno permanezca hasta los 16 años en el sistema educativo, y no todos los chicos tienen el mismo interés en quedarse y estudiar. Esto no existía antes", apunta Gil. Destaca también el estrés que siente el profesorado por la falta de apoyo de la familia del alumnado a la hora de gestionar situaciones disciplinarias (29,60%). Directamente relacionado con el comportamiento disruptivo de los alumnos está el excesivo número de alumnos por clase (25,24%) y enseñar a personas que no valoran la educación (23,20%).

"Es obvio que en clases numerosas el comportamiento del alumnado es peor, dificultándose la labor docente, constatándose el malestar que siente el colectivo docente por la actitud de sus alumnos", señala el secretario general de la organización.