Con motivo de la celebración del mes cultural en el instituto Cumbres Altas, de Nueva Carteya, un total de 18 alumnos de 4º de ESO han participado en una actividad arqueológica impulsada por la Mancomunidad del Guadajoz.

Hace un año estos jóvenes visitaron el recinto fortificado del Higuerón de Nueva Carteya. Este año repiten en repuesta al interés que mostraron esos alumnos, por lo que la actividad ha ido más allá de una mera visita y han profundizado en la materia reconstruyendo las diferentes fases de ocupación humana de un paisaje. Juan Luis Piqueras, arqueólogo de la Mancomunidad del Guadajoz, es el coordinador de esta actividad en la que los alumnos recrearon en peceras de vidrio el paisaje natural de una ladera y una llanura, al que siguieron, las primeras poblaciones humanas y por tanto sus primeras viviendas y huellas en la geografía física del territorio, a esto pudo seguir una guerra y así sucesivamente, según los supuestos que, cada grupo, sin que lo viera el otro, realizó durante una mañana.

En la segunda parte de la actividad se intercambiaron las peceras y realizaron una "micro--excavación arqueológica" sobre el trabajo realizado de sus compañeros. Según explica Piqueras "esta es la mejor forma de que comprendan realmente el trabajo de un arqueólogo, la búsqueda de pistas que realizamos en los diferentes estratos del terreno y en qué se basan nuestras conclusiones, pues es difícil de asimilar no solo por los escolares".

Además, esta experiencia tiene un carácter multidisciplinar pues, durante la recreación del territorio y su posterior excavación aplicaron muchos conceptos aprendidos en otras materias, y así "comprendieron el aspecto práctico de las asignaturas que estudian en la escuela". Para elaborar la planimetría de las reproducciones a escala emplearon conocimientos de dibujo técnico o geografía física y durante el análisis arqueológico recurrieron a sus conocimientos de materias como Historia Antigua o Ciencias Sociales. Para Piqueras esta es una excelente oportunidad para "concienciar de la importancia y el respeto al patrimonio arqueológico, y de paso", añadió, "una buena forma de despertar vocaciones entre los más jóvenes".