El negocio del gran consumo

Gallo mueve ficha para que todos los caldos de pollo del mercado lleven, mínimo, un 19% de pollo

El grupo ha dado con una fórmula de producción que permite poner más materia prima sin que eso afecte al coste y quiere llevarla a los artículos de 'marca blanca'

Un bric de caldo Gallo en una de sus últimas campañas de publicidad

Un bric de caldo Gallo en una de sus últimas campañas de publicidad / / Gallo

Paula Clemente

El Grupo Gallo, especialmente conocido por sus pastas y salsas, quiere competir también de tú a tú en el mercado de los caldos, un negocio que va al alza en España. Actualmente, un 2,8% del producto que se vende en el país es ya de su marca (un 8%, si no contara la 'marca blanca') y, de hecho, a principio de año lograron acercarse al 6% tras una campaña publicitaria en televisión, pero su objetivo es poseer un 15% de cuota de mercado de forma estable. Es decir, que el 15% de caldos que se compren en España en el supermercado y tiendas de alimentación sean marca Gallo. Esa es su meta de cara a 2030. Eso, y lograr "liderar una transformación hacia una producción más saludable, sostenible y de proximidad".

Para conseguirlo, la compañía ha decidido mover ficha en una dirección que les ayuda un poco en ambas cosas. Gallo ha puesto en marcha un "proyecto pionero en España" que persigue en palabras de la propia compañía "que todos los caldos de pollo del mercado garanticen un porcentaje mínimo de su ingrediente principal". La idea, dicen, es "conseguir un compromiso por parte de los fabricantes de caldo para ofrecer al consumidor productos de mayor calidad".

La premisa es que Gallo, para diferenciarse de sus competidores en un segmento muy concurrido, decidió apostar por replicar cuanto más fidedignamente mejor la composición de un caldo casero. Y eso implica cocinar con un 33% de pollo, un porcentaje bastante mayor al de sus competidores. Aneto, por ejemplo, lleva un 22% y Gallina Blanca, un 14%, pero los productos de 'marca blanca' se mueven en torno al 1% o al 2%.

Esto es así porque la producción es mucho menos costosa si se añaden aromantizantes en vez de materia prima como tal, pero Gallo –cuenta el presidente ejecutivo del grupoFernando Fernández– ha dado con una fórmula de producción basada en la economía circular y la reutilización de ingredientes que logra alcanzar ese 33% de pollo sin tener que encarecer el caldo más allá de lo que el consumidor español está dispuesto a pagar por él.

La propuesta a distribuidores

Y ahí el "proyecto pionero". Lo resumen en que van a poner a disposición del resto de marcas esta fórmula de preparación del caldo. La traducción es que hacen un llamado a los supermercados para elaborar ellos sus caldos de 'marca blanca'. Es decir, los caldos que se venden bajo la marca del supermercado.

"Estamos apretando para revolucionar de verdad este sector", asegura Fernández. "Si podemos colaborar con la distribución podemos hacer grande este mercado, y un mercado grande y honesto es bueno para todos", reflexiona el directivo, que se ha propuesto elevar la media de componente de pollo en el caldo de pollo, mínimo, hasta el 19%. Hay algún supermercado que ya les ha encargado alguna tirada, pero son, de momento, pruebas muy tentativas.

De salir bien, la victoria es doble, si no triple. Primero, eleva la calidad de la alimentación 'made in Spain' en general. Segundo, Gallo se diferencia siendo, igualmente, la marca que más pollo lleva en su caldo (el resto seguiría estando en ese 20%, mientras ellos trabajan con el 33%). Tercero, consigue aumentar su volumen de negocio al encargarse de la producción de terceros. "La idea siempre ha sido que la compañía fuera más transversal", recuerda Fernández, en relación con la apuesta por el segmento del caldo. En lo que va de año, acumulan un 41% más de ventas, con lo que la decisión va dando sus frutos.

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