Theranos

Elizabeth Holmes, la emprendedora que estafó a Silicon Valley, entrará hoy en prisión

La joven emprendedora había convencido a gran parte de las élites políticas y económicas de EEUU de que su empresa, Theranos, revolucionaría los análisis de sangre

Elizabeth Holmes.

Elizabeth Holmes.

Carles Planas Bou

"La próxima Steve Jobs". En octubre de 2015, la revista INC dedicó su portada a Elizabeth Holmes, a quien describió como una de las mujeres "que podría ser dueño del futuro". Por aquel entonces, la joven emprendedora había convencido a gran parte de las élites políticas y económicas de Estados Unidos de que su empresa, Theranos, revolucionaría los análisis de sangre. Este martes, entrará en prisión para comenzar su condena de 11 años y tres meses por una de las mayores estafas que se recuerdan en Silicon Valley.

Tras un año de juicio, el pasado 18 de noviembre la justicia estadounidense condenó a Holmes a servir más de una década entre rejas por estafar cientos de millones de dólares a los inversores de la compañía que fundó en 2003 y que colapsó en 2018, tras destaparse un fraude tan escandaloso que ha dado lugar a documentales y series. La empresaria acordó pagar una multa de 500.000 dólares y fue condenada, junto a su expareja, el exejecutivo de Theranos Ramesh "Sunny" Balwani, a pagar otros 452 millones en indemnizaciones.

En su apogeo, Theranos llegó a tener una valoración de más de 9.000 millones de dólares, lo que elevó la fortuna de Holmes a unos 4.500 millones sobre el papel. Su nueva vida carcelaria será muy distinta. Según han informado los medios estadounidenses, la que fue proclamada como reina de los emprendedores vivirá ahora en una celda de la cárcel para mujeres de Bryan (Texas) que compartirá con otras tres reclusas.

Los abogados de Holmes solicitaron que noentrase en prisión hasta que se resuelva la apelación presentada ante los tribunales, pero la petición fue rechazada. Balwani, condenado a 13 años, cumple condena en el centro penitenciario federal de San Pedro, en California.

Un fraude que sedujo a las élites

A los 19 años, Holmes abandonó los estudios en la Universidad de Stanford para crear Theranos, una corporación de tecnología sanitaria que aseguró haber ideado un revolucionario sistema de análisis que funcionaba con pequeñas cantidades de sangre. Con ello, quería abaratar las pruebas sanguíneas para que fueran más accesibles. La promesa sedujo a muchos fondos de capital riesgo e inversores privados, que aportaron más de 700 millones de dólares al proyecto, convirtiéndola en la décima 'startup' más respaldada en su época. También atrajo a cientos de científicos, ingenieros y comerciales que querían trabajar en la que parecía una empresa destinada a cambiar la industria sanitaria.

El carisma de Holmes fue clave en ello. Su historia, que enarbolaba todos los mitos de la meritocracia, la convirtió en la nueva musa de Silicon Valley, meca de la industria tecnológica estadounidense. Ese relato fue comprado por muchos periodistas, que lo amplificaron, pero también por poderosos hombres de negocios como el magnate mediático Rupert Murdoch, la familia propietaria de los supermercados Walmart o el antiguo secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger. Sus inversiones millonarias se evaporaron junto a las promesas de Holmes.

El relato marketiniano de Theranos empezó a tambalearse en octubre de 2015, cuando el periodista de investigación John Carreyrou, de 'The Wall Street Journal', publicó un reportaje en el que se cuestionaba la veracidad de la tecnología que supuestamente había creado la compañía. En los siguientes años, el escrutinio de las autoridades sanitarias y del mercado en EEUU demostró que, en secreto, Holmes y Balwani ordenaron manipular los análisis de sangre para fingir que su fallido sistema funcionaba.

"Durante casi una década, Elizabeth Holmes fabricó y difundió elaboradas falsedades para atraer a una legión de inversores de capital, tanto grandes como pequeños, y su engaño causó la pérdida de cientos de millones de dólares. Su condena refleja la audacia de su fraude masivo y el asombroso daño que causó", rezaba la sentencia emitida el pasado noviembre. Fruto de todos los vicios del capitalismo especulativo, el castillo de naipes que era Theranos se desplomó, arrastrando consigo a la antiheroína que logró engañar a EEUU.