Plan de estabilidad

El Gobierno prevé un millón de nuevos empleos en cuatro años y un ajuste de 21.000 millones

El Ejecutivo mantiene su previsión de crecimiento del PIB del 2,1% para este año y del 2,4% para el próximo

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, con la vicepresidenta Nadia Calviño, en la reunión del Eurogrupo de marzo.

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, con la vicepresidenta Nadia Calviño, en la reunión del Eurogrupo de marzo. / EFE

Rosa María Sánchez

El Gobierno prevé que la economía española mantendrá "una senda de crecimiento robusto" durante el periodo entre 2023 y 2026 que permitirá la creación de 1,1 millones de puestos de trabajo en estos cuatro años (hasta el entorno de los 21,6 millones), así como reducir la tasa de paro hasta el 9,8% de la población activa en el último ejercicio de la proyección (tres puntos por debajo del 12,9% con que se cerró 2022).

Estas son algunas de las líneas maestras del cuadro macroeconómico revisado que el Gobierno español ha remitido a Bruselas este viernes, dentro de la preceptiva Actualización del Plan de Estabilidad 2023-2026 que todos los estados miembros deben remitir a la Comisión Europea antes del 31 de abril. En el documento, el Gobierno compromete a España a un ajuste estructural primario de su presupuesto de 1,6 puntos de PIB a lo largo de este periodo (equivalente a algo más de 21.000 millones de hoy en cuatro años) para lograr reducir el déficit público desde el 4,8% del PIB de 2022 hasta el 2,5% del PIB en 2026.

"Con todas las cautelas derivadas de la alta incertidumbre actual, la economía española se mantendrá en una senda de crecimiento robusto durante el periodo 2023–2026, impulsado por el empleo y el consumo privado, así como por las inversiones y reformas del Plan de Recuperación", sostiene el Ejecutivo. El escenario macroeconómico diseñado en el Plan de Estabilidad mantiene en el 2,1% la previsión de crecimiento de la economía para 2023, después del incremento acelerado logrado en la primera parte del año (con un avance trimestral del 0,5% impulsado por la inversión y las exportaciones, según los datos publicados por el INE este mismo viernes).

El Plan de Estabilidad también mantiene la previsión de un crecimiento del 2,4% para el año 2024. Para los dos años siguientes se proyecta un avance más moderado -del 1,8% en 2025 y del 1,7% en 2026-, más cercano a lo que ahora se estima que será el crecimiento potencial de la economía española en 2026 (el 1,6%).

Inflación y salarios

En sus proyecciones, el Gobierno prevé que el llamado 'deflactor del consumo privado' (un concepto que se acerca al de la inflación), irá descendiendo desde el 6,8% de 2022 (un ejercicio el que la inflación media alcanzó el 8,5%) hasta el 3,9% en 2023; el 3,2% en 2024; el 2% en 2025 y el 1,9% en 2026. "La caída de los precios energéticos y la bajada de la inflación permitirán ir retirando durante 2023 y 2024 las medidas extraordinarias de apoyo en respuesta al impacto de la guerra", se afirma en el documento.

En paralelo, para este mismo periodo, se prevé que la remuneración media por asalariado irá encadenando incrementos del 4,7% en 2023; el 3,3% en 2024; el 2,4% en 2025 y el 1,7% en 2026. "La evolución de salarios y márgenes no apunta por el momento hacia posibles efectos de segunda ronda" que alimenten una espiral de inflación, se apunta en el documento.

Déficit y deuda

El Plan de Estabilidad es el documento que sirve de punto de partida para la elaboración de los Presupuestos de 2024. En él, además de incluir el escenario de crecimiento macroeconómico, el Gobierno incorpora sus objetivos de consolidación presupuestaria para el periodo. Tal como anticipó este jueves la vicepresidenta Nadia Calviño, el Ejecutivo ha adelantado al ejercicio 2024 el objetivo de rebajar el déficit público al 3% del PIB, una meta que permitiría a España esquivar la disciplina presupuestaria reforzada que prevé incorporar Bruselas en las nuevas reglas fiscales para embridar las cuentas públicas de los países con mayores desequilibrios.

En cuanto a la deuda pública, el Gobierno describe una senda que pasa del 113,2% del PIB en 2022 al 111,9% en 2023 para situarse en el 109,1% en 2024. Para los dos años siguientes se prevén tasas del 107,9% y del 106,8%, muy lejos, en todo caso, de la referencia del 60% que marcan las reglas de estabilidad de la Unión Europea.

La senda fiscal planteada para el periodo entre 2023 y 2026 incluye una reducción gradual del déficit, desde el 3,9% del PIB previsto para 2023 hasta el 2,5% en el último año de la proyección. Según los cálculos del Gobierno, esta senda incluye una corrección del llamado 'saldo estructural primario' de 1,6 puntos de PIB (equivalente a unos 21.233 millones de euros de 2023). Dicho de otro modo: el Gobierno estima que para reducir el déficit al 2,5% del PIB en 2026 será preciso un ajuste estructural de más de 21.000 millones en el gasto del conjunto de las administraciones (sin contar intereses de la deuda pública ni variaciones de los ingresos y los gastos ligados al ciclo económico).

El Ejecutivo prevé un ajuste indoloro

El Gobierno confía en la posibilidad de lograr ese ajuste sin necesidad de grandes sacrificios.

Por una parte, confía en un aumento de la presión fiscal desde el 39,7% del PIB en 2023 al 40,6% en 2026, sin necesidad de nuevas subidas de impuestos, sino por el efecto del crecimiento económico y del empleo sobre la recaudación de impuestos y de cotizaciones y por los "cambios estructurales que derivan de un cambio en los comportamientos sociales de los agentes" (incluido un mejor cumplimiento tributario).

Por otra parte, se prevé que el gasto público reducirá en un punto su peso en el PIB en 2024 (hasta el 46,3%) al tiempo que se retiran las medidas derivadas de la crisis sanitaria y de la guerra de Ucrania. El Gobierno cree que el gasto se mantendrá en ese nivel hasta 2026 en un marco en el que el aumento del gasto en pensiones se verá compensado parcialmente con la menor necesidad de prestaciones por desempleo.

Se prevé que el gasto en Defensa aumentará del 1,2% del PIB en 2023 al 1,3% en 2026. Para el periodo entre 2022 y 2050, el Gobierno prevé que el gasto en pensiones alcanzará un promedio del 14% del PIB.