Alimentación

La compra de carne y pescado cae en picado y el 60% de los consumidores lo achaca al precio

Está previsto que la inflación empiece a bajar progresivamente desde el 16,6% récord de febrero, hasta el 9% a final del año, y que continuará retrocediendo hasta situarse sobre el 5% a finales de 2024

Una pescadería en L’Illa Diagonal, en Barcelona.

Una pescadería en L’Illa Diagonal, en Barcelona. / ÓSCAR GÓMEZ

Paula Clemente

Denunciaba recientemente AECOC, una de las mayores asociaciones de empresas de gran consumo de España, que rebajar el IVA de la carne y el pescado habría hecho que la inflación de los alimentos fuera entre dos y cuatro puntos menor a estas alturas. No solo eso, en vista del último dato que pone esta agrupación empresarial sobre la mesa, una medida así podría haber hecho menos drástica la caída del consumo de estos alimentos. Así lo ha denunciado este jueves el presidente de la entidadIgnacio González, en la asamblea anual de la organización, un acto que el empresario ha aprovechado para reclamar que la rebaja de este impuesto se alargue más allá de junio y que incluya más variedad de productos.

“El 45% de los consumidores nos dicen hoy que están comprando menos carne, el 39%, menos pescado y el 60% nos dice que es por el precio”, ha detallado González. “A la larga podemos tener problemas de salud pública porque estamos hablando de la calidad de la dieta”, ha añadido. Además, de acuerdo con la información que manejan, la carne y el pescado suponen aproximadamente el 34% del gasto en alimentación, lo que explicaría parte de la caída de ventas que registra este sector desde hace meses. “En este momento, la prioridad es y tiene que ser contener el precio de la cesta de la compra”, ha sentenciado.

Pero no todo son malas noticias. González ha explicado que las previsiones de Funcas y del Banco de España indican que la inflación alimentaria habría tocado ya techo. Es decir que empezará a bajar progresivamente desde el 16,6% récord de febrero, hasta el 9% a final de año, y que el porcentaje seguirá retrocediendo hasta situarse sobre el 5% a finales de 2024.

“Esto no quiere decir que veamos bajadas de precios -ha matizado el presidente de AECOC-. Estamos hablando de una ralentización de las subidas de precio”. La buena noticia, a su juicio, es que esto indica que el país no se estancará en la hiperinflación permanente.

Factores a favor y en contra

Lo que será determinante, para que este escenario se cumpla, es que pesen más los factores que ayudan, que los que ponen en riesgo la economía en general, y la capacidad de gasto del consumidor y de jugar con los márgenes las empresas en particular. Se refiere, González, a las tensiones geopolíticas, a la sequía, al aumento de demanda de materias primas desde China… y a una confianza del consumidor que va a la baja desde enero, a los altos niveles de deuda pública o a que el empleo que se cree sea sobre todo público.

“Las empresas, en este contexto, no somos el problema: las empresas no podemos ver como se nos culpabiliza de algo a lo que asistimos entre atónitos e indignados”, ha sostenido este representante del sector. “No se puede demonizar a las empresas por ganar dinero, es su función”, ha insistido González, que ha aprovechado para lanzar un pequeño dardo contra la cesta de la compra a precio limitado que durante meses ha pedido el ala más progresista del Gobierno: Francia, que ha instaurado una medida así recientemente, acaba de ver subir en más de un punto su inflación alimentaria.

A su juicio, el Gobierno tendría que alargar en el tiempo la rebaja del IVA alimentario (incluyendo la carne y el pescado), deflactar el IRPF y aplazar la introducción de impuestos “que sobrecarguen más a las empresas en el peor momento posible”.