Economía social

Yolanda Díaz defiende en la ONU que "es posible superar un sistema económico despiadado"

La Asamblea General asume la primera resolución de su historia sobre economía social, coordinada por España

Yolanda Díaz.

Yolanda Díaz. / EFE

Gabriel Ubieto

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha asumido la primera resolución de su historia sobre economía social, coordinada por España y defendida este martes en Nueva York por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Los estados miembros y los organismos internacionales, como el FMI o el Banco Mundial, se comprometen a integrar y promover en sus políticas públicas las prácticas de economía social y solidaria. "Es posible superar un sistema económico despiadado. [...] Las cosas, lo hemos comprobado, pueden hacerse de otra manera", ha defendido Díaz desde la sede de la ONU.

El Gobierno estima que la economía social -de la que forman parte las cooperativas, entre otros- representa en España el 10% del total del PIB y aporta un 12,5% del empleo. Recientemente y con el fin de impulsarla, ha aprobado un perte dotado con más de 800 millones de euros para promocionar este tipo de iniciativas. El objetivo de la resolución de la ONU, que ha contado con el apoyo destacado de países como Senegal Chile, busca incentivar iniciativas de este tipo a lo largo y ancho de todo el planeta.

Díaz ha reivindicado la economía social como sinónimo de mejores y más iguales condiciones laborales de las personas empleadas en la misma. "en nuestro país la brecha salarial entre hombres y mujeres en la economía social y solidaria es ocho puntos menor que en la media de la economía española", ha afirmado.

Catalunya es uno de los principales nichos de economía social, encabezada esta por cooperativas históricas como Abacus, Suara o Arrossaires del Delta, entre otros. En la actualidad están operativas en las cuatro provincias catalanas un total de 4.566 de estas sociedades, según datos facilitados por la Generalitat. Dicho número se ha disparado un 46% en el último lustro, sin verse lastrado de manera drástica por los efectos de la pandemia y la posterior crisis de precios.