TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Enagás fía su crecimiento a la revolución del hidrógeno por el futuro declive del gas

El grupo afronta un recorte progresivo de los ingresos regulados por sus gasoductos en los próximos años y busca situarse como actor clave del nuevo vector energético: "La apuesta por el hidrógeno renovable va a cambiar el futuro de la compañía"

Centro de control del sistema gasista de Enagás.

Centro de control del sistema gasista de Enagás. / ENAGÁS

David Page

Enagás, el gestor del sistema gasista español y de la red de grandes gasoductos, ha puesto en marcha una nueva hoja de ruta para la próxima década que pretende estar alineada con los objetivos estratégicos que se ha marcado la Unión Europea para garantizar su seguridad de suministro energético -para blindarse frente a la actual dependencia del gas ruso- y para acelerar la transición energética y la imprescindible descarbonización.

Y la estrategia de la compañía pasa por abrazarse a la esperada gran revolución del hidrógeno verde como principal vía de crecimiento futuro debido al progresivo declive de su negocio como operador de redes de gas natural y la creciente pérdida de los ingresos regulados que percibe por operar los gasoductos.

“El hidrógeno renovable es el nuevo vector en el panorama energético que es imprescindible para desarrollar la estrategia europea del RePowerEU”, subrayó esta semana el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, ante la junta de accionistas de la compañía. “La apuesta de la Unión Europea por el hidrógeno renovable va a cambiar el futuro de nuestra compañía. (…) En el hidrógeno está en gran medida la clave de crecimiento que Enagás les ofrecerá en los próximos años”, auguró.

Enagás quiere pasar de explotar gasoductos a gestionar hidroductos, los grandes corredores por los que circulará el hidrógeno verde, que se produce con la electricidad procedente de energías renovables y por eso impulsa la descarbonización en sectores en que la electrificación no es eficiente o no es posible.

“Hemos diseñado un plan estratégico para pasar de ser operador de un sector gasista en declive a operador gasista y de hidrógeno renovable que puede aportar futuro”, sentenció el CEO del grupo, que prepara para tener un papel clave en el primer gran corredor de hidrógeno europeo, el H2Med, y para impulsar una red troncal de hidroductos dentro de España. “No siempre se puede consumir el hidrógeno cerca de donde se va a producir. Y es más eficiente transportar hidrógeno que electricidad” por las pérdidas de energía en el traslado, apuntó el ejecutivo para justificar la necesidad de una nueva red de hidroductos.

Los huevos en qué cesta

En la junta general del grupo del pasado jueves, uno de los accionistas de la compañía intervino para mostrar sus dudas sobre la estrategia de la dirección de “poner todos los huevos en la cesta del hidrógeno” y expresar su temor por si la esperada revolución del hidrógeno verde acaba convirtiéndose apenas en “el cuento de la lechera”.

“No ponemos todos los huevos en la cesta del hidrógeno, pero pondremos los huevos necesarios para impulsar una descarbonización de la senda europea”, replicó Arturo Gonzalo, que defendió la necesidad de apostar por el hidrógeno para blindar la seguridad de suministro en Europa y por sostenibilidad en un momento en que los ingresos regulados como gestor de la red de transporte empiezan a declinar.

Enagás ya nota en sus cuentas los efectos del nuevo marco retributivo establecido hasta 2026 por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), y que supondrá un fuerte recorte de los ingresos regulados del grupo por la gestión de los gasoductos y las plantas de regasificación españolas. “El marco de retribución responde a ser una compañía que gestiona activos regulados y, según se van amortizando infraestructuras, la retribución va disminuyendo”. Según subraya la compañía, los ingresos regulados pasarán de 950 millones el año pasado a apenas 757 millones en 2026.

Los grandes corredores de hidrógeno

España, Francia y Portugal pactaron impulsar el primer gran corredor de hidrógeno de la Unión Europea y posteriormente han sumado a la iniciativa también a Alemania. Un proyecto faraónico, denominado H2Med y con inversiones previstas de casi 2.500 millones de euros, que pretende ser clave para apuntalar la revolución del hidrógeno renovable para ir sustituyendo el gas natural en sectores económicos que tienen difícil o imposible su electrificación y en el que Enagás participa con sus homólogos del resto de países implicados para diseñarlo e impulsarlo.

Y Enagás también ha diseñado dos grandes hidroductos internos para España que recorrerán todo el país conectando las plantas de producción de hidrógeno y los polos industriales de consumo, y dos almacenamientos subterráneos par los que será necesaria una inversión de 4.926 millones de euros. El plan pasa por la construcción de un gran corredor de transporte de hidrógeno verde que unirá Huelva, Puertollano (Ciudad Real), Zamora y Gijón y de otro corredor que conectará Gijón, Barcelona y Cartagena. Y también se prevén dos almacenamientos subterráneos para hidrógeno en cavidades salinas en Cantabria y País Vasco.

Tanto el 'megaproyecto' del H2Med como la red troncal de hidroductos españoles optan a ser considerados por la Comisión Europea como proyectos de interés común (PCI) para obtener fondos europeos para financiar hasta la mitad de las inversiones necesarias. Enagás confía en tener el plácet de Bruselas, que debe decidir este mismo año, para impulsar ambos proyectos, cuyas inversiones se concentrarán especialmente a partir de 2026.