El diagnóstico del presidente de la asociación europea Ferrmed, Joan Amorós, sobre el desarrollo de la red ferroviaria europea de mercancías, incluido el Corredor Mediterráneo, es preocupante. “Tenemos una situación completamente estancada desde hace veinte años (…). En el año 2004, el tráfico de mercancías por tren representaba el 18% y hoy sigue teniendo el 18%. Algo está pasando”, ha denunciado este martes en Bruselas a donde ha acudido a presentar un estudio sobre la optimización del tráfico ferroviario. En su opinión, la Unión Europea necesita un “plan coherente” e invertir 100.000 millones de euros adicionales de aquí a 2030 -al margen de los 300.000 millones ya previstos por Bruselas- para desdoblar líneas e impulsar el desarrollo de terminales que ayuden a absorber el tráfico.

“No hay un plan coherente a nivel europeo. Es el problema que tenemos. Mientras cada Estado miembro actúe por su cuenta no tenemos solución porque se invierte de forma deslavazada, no hay interconexión”, ha lamentado criticando la apuesta de gobiernos como el español por líneas ferroviarias que no tienen tráfico suficiente para garantizar un rendimiento. “España ha añadido una serie de líneas que van a Galicia y Asturias. Está muy bien pero al final no tienen tráfico suficiente para justificar los objetivos medioambientales. Hay que invertir donde está el tráfico”, ha avisado. “Esto no quiere decir que no tengamos que invertir en otras partes pero hay que tener prioridades”, ha insistido, remarcando la necesidad de invertir en el Corredor Mediterráneo y el valle del Ebro porque “es donde está el trafico”.

A juicio de Amorós, la Unión Europea debería poner el foco en los 18.000 kilómetros -del total de 70.000 de la red ferroviaria principal- que concentran el 65% del tráfico de mercancías. También debería centrarse en los “hubs ferroviarios” más importantes de Europa, como es el caso del Barcelona-Tarragona -el tercero en términos de flujo ferroviario de mercancías del continente europeo solo por detrás de la cuenta del Ruhr y la aglomeración de Milán- y en desarrollar 408 nuevas terminales. “Hay que tener prioridades. Si no. olvidémonos del medioambiente. Con lo que estamos planteando podemos obtener resultados medioambientales. Podemos eliminar del orden de 65 o 70 millones de toneladas de CO2 anuales, solo invirtiendo en estos 18.000 kilómetros", ha defendido.

Emergencia total

En el caso del Corredor Mediterráneo, la apuesta de Ferrmed pasa por desdoblar la línea entre Tarragona y Valencia y continuar hasta Andalucía, bifurcando un tramo que vaya directamente a Granada y otro que vaya por la costa hasta Almería. En el caso de Francia consideran necesario desdoblar la línea entre Montpellier y Perpignan y hacer un 'bypass' en Lyon, en París, y en otras ciudades así como acometer líneas nuevas de interconexión entre Bélgica y Alemania “porque el tráfico se va a saturar”, alertan. 

La idea es presentar a partir de ahora el informe en el resto de capitales europeas y lanzar una campaña de presión para que la UE diseñe y adopte un plan coherente. “Estamos en una situación de emergencia total. El transporte es un elemento de contaminación importantísimo. Esta presión puede ayudar a que haya un programa coherente a nivel europeo”, sostiene sobre la necesidad de impulsar un modo ferroviario que consume 7,8 veces menos de energía que la carretera. “Tenemos que ir al transporte combinado. No tenemos que ir contra la carretera porque es la única manera que tenemos de llegar al cliente final y el tren no llega pero hay que combinar las grandes distancias. Si ponemos camiones en los barcos para ir de Valencia a Mallorca o Civitavecchia porque no ponemos los camiones en los trenes para ir de Barcelona a Frankfurt?”, se pregunta.