Microsensory es una pyme tecnológica cordobesa especializada, una ingeniería electrónica para telecomunicaciones, cuyos dispositivos electrónicos, especialmente diseñados para el seguimiento de fauna salvaje son utilizados en buena parte del mundo, desde Australia hasta Canadá pasando el Golfo Pérsico.

Nombre: Microsensory

CEO: Francisco García Leal

Dirección: C/ San Marcos 100, Fernán Núñez 14520 Córdoba

Teléfono: 957 3812 23

e-mail: info@microsensory.com

Web: www.microsensory.com

Microsensory es una de las pymes tecnológicas cordobesas de mayor trayectoria en el tiempo, una iniciativa que lideró en 2003 Francisco García Leal desde Fernán Núñez y que se ha extendido casi veinte años después por los cinco continentes. 

De hecho, la facturación de esta pequeña y dinámica compañía de la provincia cordobesa se encuentra mayoritariamente en el exterior, un ochenta por ciento del total. 

«Microsensory nació porque siempre imaginé fabricar cosas útiles para los demás y comercializarlas en todo el mundo», explica García Leal, una visión que comenzó desarrollando dispositivos para la recogida de residuos y el seguimiento de los vehículos de limpieza. 

De ahí pasó a la creación de productos para la seguridad de invidentes y descubrió el camino que , a la postre, se ha convertido en el core de Microsensory, los dispositivos para el seguimiento de fauna. 

Estos dispositivos son productos tecnológicos de ultraminiatura para localizar a los animales y el más conocido es el utilizado para la marca del lince ibérico. Un desarrollo con el que trabajan desde hace doce años y con el que han contribuido a que el seguimiento del animal vaya mucho más allá de la simple localización geográfica, con millones de datos para su estudio y análisis científico. 

Francisco García Leal | Con su hija Clara, ya en la empresa. CÓRDOBA

Mientras realizaban este desarrollo, administraciones nacionales e internacionales y otras organizaciones comenzaron a demandarles tecnología específica para fauna en general, especialmente para aves migratorias, pero también para elefantes, coyotes o incluso serpientes, y la pregunta es inevitable. 

¿Cómo accedió la compañía a esos trabajos? 

García Leal cuenta que le sigue sorprendiendo cómo llegaron esos contactos con los que Microsensory ha aportado soluciones a problemas con animales salvajes como el coyote en Calgary, Canadá, la serpiente de California, que se extendió en una peligrosa plaga en Canarias, o recientemente para el seguimiento de aves salvajes en Australia. Pero también han desarrollado y comercializado sus productos en Estados Unidos, China o Japón y ahora, de manera muy especial gracias a la cetrería, en el Golfo Pérsico, donde van a abrir una sede en Dubái. Precisamente, la cetrería le ha abierto también camino en buena parte de Europa y las islas británicas. 

Todo, con un equipo directo de once personas que, desde Fernán Núñez, crean, desarrollan y venden tecnología de última generación para el estudio y seguimiento de la fauna del mundo.