No hace ni 48 horas de las elecciones generales que han aupado a la extrema derecha en Italia, con Giorgia Meloni a la cabeza, y el país ya ha recibido la primera buena noticia de Bruselas: el visto bueno al segundo desembolso de 21.000 millones de euros -10.000 millones en transferencias a fondo perdido y 11.000 millones en créditos a bajo coste- del programa NextGeneration EU destinado a relanzar la economía europea. "La Comisión considera que Italia ha hecho suficientes progresos en la implementación de su plan de recuperación para recibir el segundo pago", ha celebrado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

La solicitud de pago fue presentada el pasado 28 de junio por el Gobierno en funciones de Mario Draghi. Para desbloquear el pago Italia debía cumplir con 45 hitos y objetivos en ámbitos como el empleo público (en el marco de una reforma más amplia de la administración pública), el sistema de licitaciones públicas, de la enseñanza, la administración fiscal y la provisión de servicios sanitarios a nivel regional. El desembolso también incluía inversiones en los ámbitos de la banda ancha y el 5G, la investigación y la innovación, el turismo y la cultura, el hidrógeno, la regeneración urbana y la digitalización de las escuelas además de la reforma del sistema judicial para reducir la lista de casos pendientes.

Evaluación positiva

Tras un examen minucioso Bruselas ha concluido que Italia ha cumplido y ha enviado una evaluación positiva al comité económico y financiero que tendrá un mes para realizar su evaluación. Si es positiva, la Comisión podrá dar el visto bueno definitivo. Italia es el gran beneficiado del programa Next Generation con 191.600 millones de euros, de los cuales 69.000 millones corresponden a ayudas a fondo perdido y 122.600 millones a préstamos.

"Para Italia, se trata de una oportunidad única para construir una economía más competitiva y sostenible y una sociedad más justa. Insto al próximo gobierno italiano a que se asegure de aprovechar esta oportunidad. El cumplimiento de los numerosos compromisos restantes contenidos es primordial para llevar a cabo el cambio estructural necesario para situar a la economía italiana en una senda de crecimiento fuerte y sostenible", ha recordado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni.