El Gobierno se revuelve contra los ataques del PP contra sus medidas para paliar los efectos de la crisis energética y de la espiral de precios de luz y gas. El Partido Popular ha aprovechado la sesión de control al Gobierno de este miércoles para criticar con dureza el plan energético del Ejecutivo, derivando en rifirrafe con las vicepresidentas Teresa Ribera y Nadia Calviño.

Tras escuchar acusaciones desde la bancada popular de ser “responsable de financiar a Putin” por el aumento de las importaciones de gas o de ser “una timadora” por el cargo en el recibo de luz de los clientes que se benefician del tope al gas, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha hecho una defensa cerrada de la excepción ibérica, el mecanismo que establece un precio máximo al gas que se utiliza para producir electricidad con el objetivo de contener la subida del recibo de luz.

Ribera ha esgrimido que en los tres meses en que ha estado en marcha la excepción ibérica -entró en vigor el pasado 15 de junio-, los consumidores españoles se han ahorrado 2.300 millones de euros por haber conseguido contener el precio del mercado mayorista de la electricidad. El mecanismo sirve para desvincular el alto precio del gas del resto de tecnologías que se utilizan para producir electricidad e incluye una compensación a las centrales de gas para cubrir sus costes reales de generación en un momento en que estas instalaciones están disparando su producción.

La ministra para la Transición Ecológica ha subrayado que el tope al gas está demostrando que funciona, no sólo porque ha supuesto un ahorro de 2.300 millones en relación al precio que la electricidad habría alcanzado si no se aplicara el mecanismo, sino porque el resto de mercados eléctricos europeos están registrando precios entre un 30 y un 40% más altos que los mercados de España y Portugal, donde también se aplica el sistema del precio máximo al gas, y porque los mercados de futuros auguran precios eléctricos entre tres y cinco veces más altos en Francia y Alemania, respectivamente, que para España de cara al último trimestre del año.

Desde el PP se subraya que la excepción ibérica está sirviendo para subvencionar la electricidad que se exporta a Francia -cuyos consumidores no pagan la compensación a las centrales de gas, pero sí se benefician del menor precio del mercado eléctrico- y para disparar las importaciones de gas tanto desde Rusia como desde la propia Francia para cubrir la demanda extra de las centrales de gas para producir electricidad (“usted compra gas a Francia y le devuelve electricidad subvencionada”, ha dicho el diputado popular Juan Diego Requena).

Las eléctricas están aumentando con fuerza en los últimos meses el uso de sus centrales de gas para producir electricidad debido a la caída de la generación de las hidroeléctricas por la sequía, por la de menor aportación de las renovables, y para cubrir las exportaciones disparadas de electricidad a Francia por el parón de más de la mitad de sus centrales nucleares y también a Portugal por la sequía. “Incluso con todo esto la excepción ibérica funciona y el mercado español ha estado muy por debajo de lo que estaría sin la medida”, ha sentenciado Ribera, que ha defendido responder a las “insidias, mentiras e insultos” del PP con datos.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha defendido las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar el impacto en los consumidores de la crisis energética y ha criticado que el PP vote en contra de las medidas aunque luego pida prorrogar algunas (como las rebajas del IVA de la luz y el gas) y la incoherencia de las iniciativas incluidas en el plan energético del propio PP anunciado esta semana.

"Las propuestas del PP. ¿Qué dice? ¿La carátula con unos folios en blanco que presentó el señor Feijóo hace una semana? ¿El corta pega de este lunes?", ha replicado Calviño, “Todas sus propuestas o ya están en marcha o son las que ya hemos descartado por inviables, y hay otras que estamos encantados de debatir aunque no garantice que ustedes vayan a votar a favor (...) Ojalá tuviéramos una oposición homologable a la de otros países europeos".