Desde que arrancó la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia, a finales de febreroEspaña ha estado elevando la venta de gas a Francia hasta niveles récord. Durante los últimos cinco meses, las exportaciones a Francia a través de los dos gasoductos operativos ha marcado niveles máximos. Ahora, en plena pugna entre los Gobiernos de Pedro Sánchez y Emmanuel Macron por relanzar la construcción del MidCat como tercera interconexión para elevar aún más las exportaciones españolas a Europa, se produce un vuelco comercial.

España rompió en agosto la tendencia en que se había embarcado desde el inicio de la guerra y disparó las compras de gas procedente de Francia hasta convertirse de nuevo en importador neto. Las empresas españolas duplicaron las compras de gas desde Francia a través de los gasoductos y, aunque también crecieron las ventas, la balanza comercial entre ambos países superó los 3.000 gigavatios hora (GWh) de saldo positivo para España, el doble que hace un año, según los registros oficiales de Enagás, el operador del sistema gasista y gestor de la red de grandes gasoductos en España.

Las dos interconexiones entre España y Francia (los gasoductos de Larrau-Alçay y el de Irún-Biriatou) han funcionado tradicionalmente en sentido norte-sur, proporcionando gas desde Francia hacia España. En los últimos meses, en plena crisis energética agudizada por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania, el flujo se había revertido. Hasta ahora: cuando en agosto se volvió al flujo habitual de compras por parte de España. De hecho, en lo que va de año, España acumula un saldo exportador con Francia de 13.000 GWh, frente al saldo importador de 6.700 GWh que registraba en el mismo periodo del año pasado.

Choque por el Midcat

España y Alemania llevan meses intentando reimpulsar el proyecto de construir un nuevo gasoducto por los Pirineos para poder transportar gas hasta el centro y el norte de Europa para avanzar hacia la independencia energética europea de Rusia, pero se están topando con la negativa del Gobierno francés. El presidente galo, Emmanuel Macron, justificó su rechazo, entre otros aspectos, en que no era necesario ampliar la interconexión entre ambos países cuando las actuales aún están infrautilizadas.

Desde Enagás se apunta que en los últimos meses, en varios momentos los gasoductos han exportado a Francia a su máxima capacidad. Desde que arrancó la guerra en Ucrania y hasta la pasada semana, el 75% de los días el saldo con Francia ha sido exportador para el mercado español y en torno a un 20% de los días las interconexiones han llegado a funcionar al máximo de su capacidad.

Almacenes de gas, al 86%

Desde el sector energético español se apunta que una de las razones del incremento de las compras de gas de Francia es la necesidad de aprovechar el verano para seguir elevando el llenado de los almacenes como exige Bruselas. España está haciendo los deberes y ya supera los niveles de almacenaje marcados por la UE.

El plan comunitario contempla llegar al 1 noviembre los almacenes de gas de cada país por encima del 80% de su capacidad, un objetivo que ya se ha cumplido en la mayoría de países comunitarios. Los tres almacenes subterráneos españoles guardan ya gas equivalente a más de un 86,6% de su capacidad total, hasta casi los 30.500 GWh almacenados, según los datos actualizados de Enagás. Francia es uno de los países que más han elevado sus reservas y tiene sus almacenes llenos a casi un 94% de su capacidad, según los registros de la Comisión Europea.

Además de los almacenes subterráneos, el sistema gasista español también cuenta con seis plantas de regasificación operativas con posibilidad de almacenamiento adicional (gracias a las que España concentra un 34% de la capacidad de regasificación de toda Europa y un 44% de capacidad de almacenamiento de gas natural licuado). Las seis plantas guardan actualmente otros más de 17.300 GWh de gas, el equivalente al 76% de su capacidad. En unos meses se sumará la capacidad de almacenamiento de la planta asturiana de El Musel, que no se conectará a la red de gasoductos españoles pero sí que funcionará como almacén.

Más compras a Rusia

España ha seguido recibiendo gas ruso desde que arrancó la invasión militar de Ucrania. Aun siendo volúmenes muy inferiores a los comprados hasta ahora por los países europeos con conexiones por gasoducto con Rusia, pero las empresas españolas han mantenido las compras durante los últimos seis meses e incluso las han acelerado durante el verano.

En agosto, España más que duplicó las compras de gas ruso, hasta los 4.500 GWh y hasta concentrar casi el 12% de todo el gas importado el mes pasado. Desde el Gobierno y desde el propio sector energético se apunta que la subida de las compras de gas a Rusia como un fenómeno temporal, fruto de la ejecución de contratos firmados con mucha antelación para llenar los almacenes en verano y que no se pueden romper fácilmente y que también se han producido varios desvíos de metaneros por labores de mantenimiento en varias plantas regasificadoras europeas.

Desde que arrancó la guerra, España se ha colocado como tercer mayor importador de gas natural licuado (GNL), el que se transporta en barco, procedente de Rusia, sólo por detrás de Francia y Bélgica. Pero en los meses de verano, durante julio y agosto, España se convirtió en el mayor comprador del mundo de gas ruso transportado por barco, según los datos hechos públicos por el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés), que eleva el importe de las compras hasta los 750 millones de euros en esos dos meses.

El mes pasado, Estados Unidos fue el mayor proveedor de gas del mercado español, con el 26,5% del total de importaciones; seguido de Argelia (24%), Nigeria (15,3%) y la propia Francia (12,3%).