“Necesitamos respuestas urgentes”. La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha insistido a su llegada a la reunión extraordinaria de ministros de energía de la Unión Europea en la necesidad de adoptar medidas “urgentes” y “excepcionales” para reducir el impacto del precio del gas en el sistema energético europeo. La cita permitirá a la comisaria de energía, Kadri Simson, presentar en persona la batería de cinco propuestas anunciada esta semana por el Ejecutivo comunitario para intervenir el mercado energético, con topes a los precios del gas y medidas de ahorro de electricidad obligatorio, y escuchar las posiciones de los Veintisiete para terminar de perfilar el plan que propondrán la próxima semana. “Las ideas que se están debatiendo no son excluyentes. Muchas de ellas pueden y deben aprobarse simultáneamente y a mi juicio es urgente hacerlo ya. La semana que viene mejor que la siguiente. Y la siguiente mejor que la siguiente”, ha insistido Ribera.

La reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Energía ha comenzado este viernes en medio de la división entre los 27 respecto a algunas de las propuestas de la Comisión Europea para afrontar de forma inminente la crisis energética en la que está sumida la Unión Europea como consecuencia del cierre del grifo del gas ruso, en el contexto de la guerra en Ucrania. En particular, la propuesta de establecer un tope al gas ruso o al gas natural importado de otros países es una de las cuestiones que más claramente divide a los socios. Esta división augura ya que la reunión de este viernes acabará sin un consenso cerrado entre los estados miembros. Corresponderá después a la Comisión Europea ahormar una nueva propuesta para atender a la emergencia energética que suscite un consenso mayor.

La vicepresidenta y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reconocido que la Unión Europea se ha sumado tarde a un debate que ella misma ya planteó hace justo un año, cuando los precios empezaban a dispararse. “Probablemente es un debate que deberíamos haber tenido hace un año para poder llegar a tiempo y evitar el espectacular coste de la energía en Europa en estos meses, en los que hemos ido viendo el uso que se hacía de los instrumentos regulatorios y las materias primas energéticas como herramienta de guerra y desestabilización en Europa”. Y ha avisado de que la regulación europea no está preparada “para situaciones de estrés” y necesita “ser mejorada para resistir a la evolución de futuro” con “medidas urgentes, excepcionales, que reduzcan los precios que estamos viendo” y “una reflexión sobre cómo hacer funcionar el funcionamiento del mercado mayorista en el ámbito europeo”.

Dos discusiones que España afronta con “voluntad constructiva” y la disposición a “compartir la experiencia” de la aplicación de muchas medidas y propuestas que aparecen recogidas en las reflexiones de la Comisión Europea. Según Ribera, la solución que debería salir de este ejercicio “para ser eficaces en la reducción de los precios de la electricidad” es una combinación de de medidas. “Para asegurar una contribución justa de todos los operadores es inviable que esta reducción del precio de la electricidad se haga solo sobre la base de la contribuciones de los presupuestos públicos de los estados. Es importante trabajar en esos sistemas de tasas, de impuestos, de contribuciones de los grandes operadores energéticos que ven como crecen sus ingresos de forma muy importante”, ha defendido.

Tope al precio del gas

España no se cierra en banda al debate sobre el precio al tope del gas. Considera que es importante abordar el debate sobre cómo se configuran los precios y cuál es el papel de los agentes que intercambian esta materia prima, a qué precio lo compran y lo venden porque se sabe poco. “Si algo hemos aprendido es que es un mercado muy poco transparente y probablemente el precio de llegada de aduanas está muy por debajo del precio de vena que aparece reflejado en los mercados mayoristas, en el TTF”, ha admitido sobre la necesidad de aclarar si “estamos en condiciones o no y en qué términos de poder dar señales de cuál es el precio al que estamos dispuestos a comprar el gas natural, procedente de Rusia por tubería o, eventualmente, cual es el precio del gas natural que estaríamos dispuestos a comprar procedente de otras fuentes”. Un debate este último que no considera “tan urgente” pero que “obviamente necesita transparencia”. Sobre el tope al gas ruso, sí ve necesario "enviar una señal al gas al que se exporta desde Rusia.

Ribera también considera importante en este momento “ofrecer a toda velocidad” una respuesta a las demandas de liquidez, que permitan a los operadores energéticos en toda Europa "seguir comprando con las garantías financieras que corresponda pero sin verse estrangulados por la complejidad que se deriva de este incremento tan importante de los precios que han de pagar”. En cuanto a la idea de impulsar una reducción de la demanda de electricidad, como hicieron en julio pasado con el gas, la vicepresidenta ha recalcado que la idea de Bruselas de reducir el consumo en las horas picos -un 5% de forma obligatoria- es buena aunque el resultado estará en la implementación. “Hay que ver cómo es la estructura de demanda en cada Estado miembro. Hay Estados miembros donde a lo mejor hay poca trayectoria de reducir esas horas pico y hay Estados miembros donde se ha avanzado mucho en esa dirección. Es importante que se de margen”, ha defendido.