La intervención de emergencia del mercado eléctrico anunciada este lunes por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se producirá en dos tiempos. La intención de Bruselas es presentar en cuestión de “semanas” un mecanismo que permita aliviar los problemas causados por el “chantaje energético” del Kremlin y el impacto de las interrupciones de suministro en los precios del gas y la electricidad. En una segunda fase, que llegará a principios de 2023, la idea es introducir una reforma estructural del mercado de la electricidad para modificar un sistema de fijación de precios que no funciona. 

"Ahora vemos que como resultado de los desorbitantes precios del gas tenemos que desacoplarlos (los precios del gas y la electricidad). Y una segunda cosa es que tenemos que asegurarnos de que en el caso de las energías renovables, que se producen a un coste mucho más barato, también se haga en beneficio de los consumidores”, explicaba este lunes von der Leyen en un foro sobre transformación celebrado en Berlín. El asunto domina de nuevo la agenda europea y centrará una reunión extraordinaria de ministros de energía convocada para el 9 de septiembre por la presidencia checa de la UE para tratar de poner freno a los elevados precios. 

Sistema complejo

Aunque Praga espera contar para ese día con algún borrador sobre la mesa, desde el Ejecutivo comunitario no han confirmado si la propuesta estará lista para entonces y se han limitado a señalar que examinan “distintos posibles modelos” y que presentarán el que mejor se adapte a la situación que afronta la UE. “Todo el mundo reconoce la gravedad y la urgencia de la situación pero son áreas en las que los Estados miembros tienen competencias fuertes y es importante escucharlos”, se ha limitado a señalar el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, que no ha dado pistas y ha explicado que estudiarán posibilidades y presentarán propuestas. 

“Necesitamos tener en cuenta dos elementos. Por una parte, la gravedad de la situación y las consecuencias para los consumidores y la industria. Por otra parte se necesita una propuesta que se ajuste a la complejidad de nuestro mercado energético, y en particular de la electricidad, así que es importante tomarse el tiempo necesario para que nuestras propuestas respondan a estas dos dinámicas”, ha añadido el portavoz que ha reiterado que presentarán propuesta tanto pronto como puedan.

Hasta ahora la Comisión Europea, y muchos Estados miembros, se habían resistido a avanzar hacia la fijación de un tope en el precio de la energía ni a reformar el sistema de fijación de precios del mercado eléctrico, algo que los países del sur, como España, Italia y Portugal, empezaron a reclamar hace un año y que tras meses de negociaciones y mucha presión terminó con la aprobación en el Consejo Europeo de marzo de la llamada “excepción ibérica, que permitió a Madrid y Lisboa topar el precio del gas destinado a la producción de electricidad y posible por la elevada presencia de renovables en el mix energético y las escasas interconexiones con el resto del continente europeo. Ahora, el camino emprendido por ambos países podría servir de ejemplo al resto de socios europeos. “Nos enfrentamos a una situación que evoluciona rápido”, reconocen los portavoces comunitario que apuntan a un cambio radical de la situación respecto a la situación que se vivía en octubre pasado.

El almacenamiento de gas, al 80%

De momento, este martes, Von der Leyen ha aprovechado su durante una cumbre sobre seguridad energética entre los países del báltico organizada por Dinamarca para anunciar que los depósitos subterráneos de gas de la Unión Europea ya están al 80% de su capacidad dos meses antes de los previsto, una de las medidas adoptadas por la UE para reforzar la situación de los Estados miembros ante posibles interrupciones en el suministro del gas ruso antes de que comience el invierno. “Tenemos buenas noticias. Hemos alcanzado una media en la Unión Europea del 80% así que básicamente hemos alcanzado la cantidad que habíamos acordado para este año, aunque sabemos que el llenado va a aumentar”, ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea.

Según la última actualización de datos publicada por el inventario de la web AGSI GIE, a fecha del 29 de agosto los almacenes subterráneos estaban al 79,94% con 10 Estados miembros por encima del umbral del 80%: Bélgica, República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, España y Suecia. Todos ellos habrían llenado sus depósitos dos meses antes de lo previsto en el acuerdo de los Veintisiete que fijaba como fecha tope el 1 de noviembre. Por debajo o rozando el 65% se encuentran Austria, Bulgaria, Hungría y Letonia. En el caso de España, según la última actualización, tiene almacenados 29,6 TWh.