La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afirmado este viernes que el decreto de ahorro energético aprobado esta semana "está para aplicarse" y las medidas que contiene son "asumibles" para España.

En una entrevista en Onda Cero y en respuesta a la polémica generada estos días por el decreto, Ribera ha lamentado que en un contexto tan difícil como el actual, el debate no se centre en "cómo podemos ayudar" sino en "cómo evitar cumplir o en cómo evitar las sanciones", pues "parece que hay una invitación a no cumplir".

La ministra se refería al pulso que mantienen estos días el PSOE y el PP sobre estas medidas, desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, anunciara su oposición a cumplirlas.

"Es importante contribuir cuando otros lo necesitan", ha insistido Ribera en referencia a Francia, que tiene problemas de suministro y recibe gas de países como España, tanto gas directo como el que sirve para producir electricidad.

Esas exportaciones, ha aclarado, no computan en el 7% que debe reducir España en su consumo, un objetivo que es "asumible" sin perjuicio para la industria.

Además, el paquete de medidas está pensado para que se aplique con flexibilidad "cuando corresponde" en edificios de uso público, en entornos cuyos trabajadores tengan que hacer ejercicio físico, pues no es lo mismo trabajar sentado en una oficina que hacerlo en una cocina, en una tintorería o en una peluquería, ha dicho.

Ha habido "diálogo previo"

Por otro lado, en una entrevista en Catalunya Ràdio, ha recordado que el jueves anterior a su aprobación en el Consejo de Ministros se celebraron las conferencias sectoriales de energía y medioambiente, en la que dice haber trasladado el impulso de este paquete de "medidas inmediatas" y la construcción de un plan de contingencia previsto para septiembre, y en el que se ha pedido a las comunidades que presenten propuestas.

"Tuvimos una conversación enormemente constructiva, positiva, había un consenso muy alto sobre la necesidad de adoptar medidas que tuvieran el menor impacto posible en el tejido productivo", ha subrayado, si bien se ha mostrado predispuesta a activar todas las vías de diálogo ante la petición de algunas administraciones autonómicas.

Así, ha lamentado que estos últimos días se haya "cambiado el foco deliberadamente", subrayando cómo incumplir la normativa y evitar una sanción y no canalizar el objetivo de ahorro.

Ha insistido en que las medidas de ahorro energéticas acordadas este lunes en el último Consejo de Ministros son "de aplicación fácil" y buscan que las familias y las empresas tengan que hacer un mínimo esfuerzo.

No habrá prohibiciones en las casas

Además, la ministra ha descartado que el plan de contingencia contemple restricciones o prohibiciones dentro de las casas, si bien sí propondrán recomendaciones "muy conocidas y muy clásicas" relativas a los termostatos, las ventanas, los toldos y los electrodomésticos.

Así, ha insistido en que el plan de contingencia previsto para septiembre busca "no dañar la necesidad ni el confort" de familias y tejido productivo.

Ha prometido que compartirán el borrador "tan pronto" lo tengan con todas las administraciones, los grupos parlamentarios y los principales sectores sociales y económicos.

La ministra ha cerrado la puerta a seguir las últimas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), en las que pide que sean los consumidores quienes soporten todo el incremento de los costes de energía.

Ha considerado que, ante la capacidad fiscal española, la actuación del Gobierno es más adecuada, puesto que seguir las recomendaciones del FMI "requiere una gran dotación de recursos para las familias más necesitadas", para quienes ha considerado que tendría un impacto redistributivo muy duro.