Renault perdió 1.666 millones de euros en el primer semestre del año debido al efecto contable de la salida de sus operaciones en Rusia, que le supuso un cargo negativo de 2.323 millones. La salida de Rusia se contabilizó como un cargo excepcional no en efectivo por actividades abandonadas, y sin ella la compañía habría obtenido un beneficio neto de 657 millones de euros, (199 millones en el mismo período de 2021), según detalló este viernes en un comunicado.

El grupo automovilístico francés registró una facturación de 21.121 millones de euros entre enero y junio (un 0,3% más que hace un año) y sobre todo logró un beneficio operativo 988 millones de euros (4,7% del volumen de negocio), lo que supone más del doble que en el mismo período de 2021. La compañía también mejoró sustancialmente su flujo de caja operativo, que alcanzó los 956 millones de euros, frente a los -514 millones de hace un año.

Sobre la base de estos resultados, Renault actualizó al alza sus previsiones para el conjunto del ejercicio 2022, con un margen operativo superior al 5% y un flujo de caja operativo de más de 1.500 millones de euros.

Renault abandonó sus operaciones en Rusia a la luz de las sanciones internacionales por la invasión de Ucrania, aunque mantiene una opción de retornar. En ese país controlaba el principal constructor nacional, Avtovaz, fabricante de la marca Lada. Rusia era el segundo mercado nacional del grupo, solamente por detrás de Francia.

"A pesar de todos los vientos en contra por el final de la actividad en Rusia, la crisis de los semiconductores y el aumento de los costes, el grupo sigue mejorando su resultado operativo y empieza a beneficiarse del éxito de los nuevos lanzamientos", señaló el consejero delegado, Luca de Meo.