La compañía estadounidense Uber trató de explotar la rivalidad entre Madrid y Barcelona durante 2014, coincidiendo con su llegada a España, con el objetivo de "crear un desafío entre Cataluña y el Gobierno nacional", dada la oposición que estaban encontrando en su campo de pruebas, la ciudad condal.

Así se desprende de la información publicada este lunes por El País a raíz de los documentos filtrados al diario británico The Guardian y compartidos por éste con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) y su red de colaboradores, de la que también forma parte La Sexta.

Tras su difusión, fuentes de Uber insisten en que "nunca" han puesto ni pondrán excusas por comportamientos del pasado que "claramente no están en consonancia con los valores actuales", y piden al público que juzgue a la empresa por los últimos cinco años y lo que hará "de aquí en adelante".

Rivalidad Madrid-Barcelona

De acuerdo con El País, los antiguos directivos de la empresa vieron en el Mobile World Congress de 2015 una oportunidad para "avergonzar" a Barcelona, después de que sus primeros contactos con la Administración catalana no fueran como Uber esperaba, tras su desembarco en abril de 2014.

Ante este contratiempo, la compañía repensó ese verano una ofensiva política en Barcelona y Madrid, cuyo Gobierno, todavía en manos del popular Ignacio González, estaba "ansioso" por que entrasen en el mercado.

El País cita un documento estratégico en el que Uber hablaba como próximo destino de Madrid, con un Ejecutivo regional que representaba "la facción más liberal" del PP, si bien establecían como límite no ir "a una confrontación abierta con el taxi" y menos "a un año de las elecciones".

A tenor de la presentación incluida en los llamados 'Uber Files', ante la oposición recibida en Barcelona, Uber creyó que lo que debía hacer era "generar miedo entre los políticos" de que la ciudad "podría perder su reputación e imagen como 'hub' mundial de innovación y desarrollo si no adopta la política correcta".

Según el diario, esta situación sobrevoló el Mobile World Congress de marzo de 2015. Así, meses antes la compañía ya estaba planeando la participación -finalmente, abortada- en el evento del que fuera su consejero delegado, Travis Kalanick, a modo de "holograma".

"Me encanta la idea como una posibilidad que avergonzaría a Barcelona, como si no pudiera proteger a los inversores de la mafia local (en alusión a los taxistas)", respondió el director de Políticas Públicas para Europa, Mark MacGann.

"Llega y luego empieza la tormenta de mierda"

Los 'Uber Files' recrean cómo fue el aterrizaje de la empresas a través de correos de sus directivos donde se reconoce que no se paran "a entender el marco legal".

"A veces tenemos problemas porque, bueno, es que somos jodidamente ilegales", afirmaba una directiva en 2014, mientras que otro mensaje sostenía que "Uber llega y luego empieza la tormenta de mierda legal y legislativa".

A nivel europeo intentaron, no siempre con éxito, transmitir su mensaje a políticos como el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy, el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, y constan detalles de reuniones privadas para discutir la ley del sector con el presidente francés, Emmanuel Macron, en su etapa de ministro de Economía.

Un portavoz de Uber ha defendido que, durante el periodo 2014-2016, la voluntad de la compañía fue "trabajar de manera transparente con los gobiernos para encontrar formas de modernizar o crear nuevas leyes que dieran cabida a las nuevas alternativas de transporte que estaban naciendo".

"La idea de que esto se hizo en secreto no tiene sentido", sostiene.

"La violencia garantiza el éxito"

En la estrategia se integraría, además, el uso de imágenes de las acciones más crudas de los taxistas sobre los conductores de Uber para convencer con su discurso, ya que, "la violencia garantiza el éxito", sentenciaba Kalanick vía Whatsapp durante las protestas en Francia, en junio de 2016.

Los taxistas reafirman su crítica contra Uber

Los taxistas reafirman su crítica contra Uber Agencia ATLAS / Foto: EFE

Dos años antes, los taxistas de Barcelona y Madrid ya se habían rebelado contra la llegada de Uber, por circular sin pedir permisos ni licencias.

"Sería muy potente tener fotos de violencia en Barcelona", indicaba el director de Políticas Públicas para Europa en el correo consultado por El País, que informa de que en Madrid la estrategia pasó por contratar a una empresa de espionaje para descubrir debilidades de los taxistas.

Nueva etapa

La vicepresidenta sénior de Marketing y Asuntos Públicos de Uber, Jill Hazelbaker, se ha referido este lunes a los errores en la gestión antes de 2017.

Esta fue la razón por la que se contrató a un nuevo consejero delegado, Dara Khosrowshahi, quien "rediseñó los valores, renovó el equipo de dirección, hizo de la seguridad una prioridad para la empresa (...) e instauró rigurosos controles y procesos legales para operar como cotizada".