El Banco de España advierte de que las empresas de los sectores más afectados por la crisis se enfrentarán a un riesgo de insolvencia ante la finalización de los periodos de carencia de los préstamos garantizados por el Estado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), algo que ocurrirá durante este año.

En un artículo analítico, publicado este martes, el supervisor bancario señala que ha habido un repunte de los créditos en vigilancia especial, especialmente en los sectores más afectados por la crisis, lo que "muestra la existencia de riesgos latentes para la solvencia empresarial a medio plazo".

Estos riesgos, apunta, "podrían materializarse, especialmente, si la recuperación económica fuera menos vigorosa de lo esperado como consecuencia, por ejemplo, de una eventual escalada de las tensiones vinculadas con la guerra en Ucrania".

Durante 2021 y la parte transcurrida de 2022 se ha observado una recuperación progresiva del número de empresas activas.

Los datos proporcionados por el Banco de España muestran que en 2020 se redujo moderadamente el número de empresas activas (1,1% menos) hasta situarse en 3.366.570, un recorte más moderado que el observado durante la crisis financiera, que supuso una caída del 1,5% de media en el periodo 2008-2013.

Esta reducción por la crisis de la covid afectó prácticamente a todos los sectores, salvo al transporte y almacenamiento e información y comunicaciones, en las que se produjo un aumento, y fue más acusada en la hostelería y en el comercio, donde se perdieron un 3% y un 2% de empresas, respectivamente.

Por tamaños, se observó también una reducción generalizada, aunque con más intensidad entre las empresas pequeñas y medianas en comparación con las microempresas y las compañías grandes.

Recuperación del tejido empresarial hasta niveles prepandemia

Sin embargo, tanto las empresas inscritas en la Seguridad Social como las constituciones y las disoluciones de sociedades mercantiles se redujeron drásticamente durante los meses de confinamiento y se recuperaron posteriormente.

En mayo de 2022, las empresas inscritas se encontraban ya muy cerca de los niveles prepandemia, mientras que, por su parte, las constituciones y las disoluciones se han venido situando, desde el segundo trimestre de 2021, por encima de los niveles precrisis.

Los indicadores de solvencia muestran un deterioro pero moderado

La evolución de los indicadores de solvencia empresarial también evidencia que hasta ahora se habría producido un deterioro relativamente moderado respecto a crisis anteriores, aunque muy heterogéneo por sectores, algo para lo que "han podido ser claves" las políticas públicas desplegadas durante la crisis.

Por un lado, pese a la moratoria concursal vigente hasta mediados de 2022, el número de concursos de acreedores de empresas ha aumentado desde el tercer trimestre de 2020, especialmente en el caso de los empresarios individuales y concentrados en los sectores más afectados por la crisis, en particular la hostelería.

Por otro, el importe de los préstamos dudosos a empresas ha seguido reduciéndose, pero a un ritmo más moderado, desde 2020, aunque con un repunte en los sectores más afectados por la crisis.

En los préstamos en vigilancia especial a empresas, en cambio, se ha producido un aumento, más intenso en las ramas más afectadas por la crisis.