Mañana lunes será relevado de su cargo el presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez y el viernes dejó claro el porqué. Una vez más, el organismo estadístico rebajó el relato oficial al reducir una décima el PIB del primer trimestre hasta dejarlo en el 0,2 por ciento.

Que hay discusión técnica por la medición del empleo o de los precios de la luz es una realidad que lleva en la agenda económica desde hace ya más de una año. Que la decisión sea correcta es ya otra cuestión.

Para mal, para muy mal, hemos normalizado actitudes incompatibles con la naturaleza de los gobiernos y los organismos independientes. Es inexplicable a los ojos de cualquier observador de una democracia occidental que un miembro del gobierno encabece una manifestación contra su propio gobierno y no dimita, como sucederá con la cumbre de la OTAN de esta semana y el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago. Y es muy poco aceptable a los mismos ojos de los gobiernos europeos que un gobierno no respete los mandatos de los presidentes de los organismos del Estado, salvo, evidentemente, irregularidad máxima.

La prima de riesgo no refleja solo la cantidad de la deuda. Se sostiene con la confianza en un país.